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Galicia pone fin a un otoño un tanto atípico tras registrar el mes de noviembre más cálido de la historia. Sin embargo, la borrasca Darragh ha traído el invierno de golpe, y los primeros copos de la temporada han caído en zonas de la alta montaña de Lugo. La nevada ha dejado incidencias puntuales en Samos y Pedrafita do Cebreiro, desde donde varios conductores llamaron al 112 Galicia para informar de dificultades para avanzar en carreteras secundarias.

La carretera se vuelve especialmente peligrosa con el asfalto nevado o con placas de hielo. En estos casos, la distancia de seguridad debe ser aún mayor por dos motivos principales: el asfalto se muestra más resbaladizo en frenadas de emergencias o maniobras evasivas, y la visibilidad disminuye, por lo que cualquier maniobra se vuelve más complicada. 

"Puede amanecer un día soleado con cielo azul, sin una nube y con el asfalto aparentemente seco pero que aumenten las posibilidades de encontrar placas traicioneras de hielo, porque es más fácil que hiele en esas condiciones de cielo raso o cuando el recorrido esconde zonas umbrías proclives a mantener el hielo mucho más tiempo", advierte la Dirección General de Tráfico (DGT).

Cuando las condiciones climatológicas no acompañen, hay que reducir la velocidad para evitar un accidente o un susto innecesario en la carretera. Pero antes de comenzar el viaje, hay que prestar atención a otro asunto: que el cristal del coche no esté congelado.

¿Cómo evitar o eliminar el hielo en el parabrisas?

Parabrisas cubierto con una capa de hielo. Shutterstock

El ambiente gélido se mantendrá en muchos puntos de Galicia, con valores que en algunos casos podrían, incluso, estar por debajo de los valores promedios para la fecha. Las bajas temperaturas podrían congelar los cristales del coche y cubrirlo con una capa de hielo que nos retrasará la hora de inicio del viaje y lo realmente preocupante, nos impedirá tener la visibilidad necesaria para circular con seguridad.

"Lo más sencillo y limpio para no tener un parabrisas helado por la mañana es cubrir el cristal con un cartón o una manta, que puede mantener sujetos con las puertas delanteras o con los brazos de los limpiaparabrisas", apunta la Dirección General de Tráfico (DGT). Este simple gesto, el truco definitivo, evitará que la luna se cubra de hielo y que las escobillas se queden pegadas al cristal. 

En el caso de que el cristal ya esté helado, Tráfico recomienda arrancar el motor y presionar el botón de desempañar la luna delantera y la trasera, si fuera necesario. El ventilador dirigirá el aire hacia el parabrisas, aunque es importante prestar atención a la temperatura para evitar un cambio directo al cristal. Si este truco no funciona, también resultar práctico utilizar un producto descongelante o si la capa de hielo no es muy gruesa, rociar el parabrisas con alcohol.

El hielo adherido al cristal se puede rascar con una rasqueta de plástico, aunque dado el caso, también puede servir una tarjeta o un carné de plástico. "Nunca use instrumentos metálicos ni de otros materiales que puedan arañar el cristal", advierte la Dirección General de Tráfico. Tras haber eliminado el hielo y despegado las escobillas del cristal, es recomendable accionar el limpiaparabrisas para dejar la luna limpia.

Pero ¿cómo retirar el hielo de los faros? Pues bien, la DGT dice lo siguiente: "En coches con faros halógenos, debería bastar con encender las luces durante un tiempo. Pero las modernas tecnologías de iluminación o los halógenos con un diseño que separan mucho la parábola del cristal protector, requieren que retiremos el hielo a mano".