La transformación del casco histórico compostelano lleva años en un proceso radical impulsado, sobre todo, por la turistificación de la ciudad antigua y el continúo vaciado de población de la almendra. La huida de los vecinos han llevado al gobierno local a realizar acciones drásticas, como la limitación de pisos turísticos, pero ahora la candidata del BNG, Goretti Sanmartín ha querido ir un paso más allá con la prohibición de las tiendas de regalos en la zona vieja.

Sanmartín ha destacado durante la pre campaña y campaña de estas elecciones municipales que es necesario un cambio en el casco histórico, uno que traiga consigo a los vecinos huidos y la recuperación de servicios para estos. esta mañana, junto con la portavoz nacional Ana Pontón, la portavoz municipal ha reivindicado "un modelo de turismo consciente, sustentábel, de calidade e inclusivo".

"Precisamos dun turismo de maior valor engadido e menos impacto para a cidade, que sexa sustentábel, pois é unha das principais fontes de ingreso do noso concello e, por iso, traballaremos por un turismo de calidade que xere postos de traballo con continuidade no tempo, que non deteriore o noso patrimonio nin dane o noso medio, que reverta en poñelo en valor difundindo esta riqueza que posuímos”, explicó Sanmartín.

Para el BNG este nuevo modelo turístico requiere ampliar los tipos de visitantes y mantener la calidad de vida de los vecinos, particularmente los de la ciudad histórica. Entre las medidas que ha destacado está la de declarar esta almendra como una zona saturada de tiendas de regalos y souvenirs, y dar prioridad a la implantación de otro tipo de negocios, como aquellos que se dediquen a las artes tradicionales.

La profesionalización, deslocalización y desestacionalización del turismo actual están entre las prioridades de la formación nacionalista si llegan al gobierno local, así como la atracción de un visitante con un mayor poder adquisitivo, que pase por la ciudad más días y que su visita "non sexa dar dúas voltas á Catedral e marchar en autobús".

No son los únicos que han planteado que problema esté en el turista low cost. Recientemente un colectivo de hosteleros del Camino de Santiago destacaban el problema que existe con la peregrinación y este modelo a raíz de una agresión en un albergue de O Pino.

Para revertir la masificación y dirigirse a una especialización temática, la candidata nacionalista propone un plan dialogado con el sector hotelero para difundir paquetes de viajes con noches de hotel, comidas, espectáculos, y rutas guiadas entre otras. Además, Sanmartín ha planteado la creación de una "Santiago- card", una tarjeta que se pueda usar para todos los museos, actividades culturales, tren turístico y transporte público.

Aunque la implantación de una tasa turística queda todavía muy lejana, ya que no se pondría en funcionamiento hasta 2025, el BNG también ha apoyado este gravamen como instrumento para recaudar fondos que mejoren la experiencia de los que viven en la ciudad, dedicándola a "reforzar a limpeza, recollida de lixo, coidado do patrimonio e rehabilitación de edificios".