La tasa turística planteada por el Ayuntamiento de Santiago continúa estando en el debate público de la ciudad y de Galicia, aunque esta vez con una distinción. La alcaldesa, Goretti Sanmartín, ha adelantado esta mañana en rueda de prensa que los servicios del Concello están trabajando en un gravamen para los excursionistas que llegan en autobús y que no pernoctan en Compostela.

Tal y como está definida la tasa turística en el informe remitido a la Xunta de Galicia la semana pasada, serían los establecimientos hoteleros los que podrían cobrar a los huéspedes entre 0,5 y 2,5 euros según el tipo de alojamiento y hasta un máximo de seis noches. Con todo fuera de esto quedan los visitantes que llegan hasta la capital gallega para pasar el día y no duermen aquí, y que contribuyen también a os "sobrecostes" turísticos que la tasa turística busca subsanar.

"A tasa turística recae sobre a persoas que pernoctan pero tamén nos parece que hai que poñer enriba da mesa aquelas persoas que chegan neses autobuses a través da dársena de Xoán XXIII", planteó la alcaldesa.

Ante esto el gobierno de Santiago está trabajando en la posibilidad de implantar una tarifa especial para estos turistas, en un intento que todavía está en estudios previos. Esta, según especificó la regidora compostelana, no dependería de la Xunta, como sí depende la tasa turística. "Esa sería unha vía que levaríamos a nivel interno ", indicó. "Habería que ver cales son as fórmulas, como encaixa".

Sobre la aceptación de la tasa turística por la Xunta de Galicia, Goretti Sanmartín adelantó ante los medios que espera llegar con una respuesta a la reunión con el presidente Alfonso Rueda. "Para nós é de máxima urxencia", indicó la alcaldesa, que admitió que la propuesta tendría una continuidad larga al tener que ser debatido y modificado si se diera el caso.

La propuesta de ley enviada al gobierno autonómico sirve para "irmos adiantando o traballo" y que el ejecutivo gallego plantee una respuesta que, de acuerdo con la alcaldesa, en principio no contaría con oposición. Sanmartín defendió que es una figura impositiva que ya ha sido planteada en otras ciudades y que no ha repercutido en la afluencia de visitantes que reciben, pero que ayuda a las entidades locales a hacer frente a los gastos extra.

"Cae de caixón a calquera habitante de Santiago de Compostela que hai uns sobrecustos de recibir aquí o turismo. Cremos que é positivo", señaló, "pero que acaba pagando o conxunto da veciñanza".

La formulación del gravamen remitido especifica que lo recaudado estaría destinado a financiar los refuerzos en servicio de limpieza y seguridad, así como fondos para la rehabilitación del patrimonio histórico. "É algo que é absolutamente maioritario na poboación de Compostela. Hai un clamor social", sentenció Sanmartín.