Cedeira (A Coruña) pide ayuda a la Xunta para conservar los últimos hallazgos de Castro Sarridal

El Concello de Cedeira (A Coruña) ha solicitado a la Xunta de Galicia su colaboración para conservar los restos hallados en la reciente campaña de excavación en Castro Sarridal. La Administración autonómica ha mostrado su disposición a destinar a tal fin 14.500 euros que, de confirmarse la ayuda, permitirán durante el mes de septiembre limpiar, consolidar y proteger las estructuras descubiertas en agosto.

En esta última campaña, sufragada por el Concello de Cedeira y tal y como arroja el informe del arqueólogo Emilio Ramil, se encontraron elementos de interés como un empedrado castreño y un camino enlosado de la etapa galaico-romana, así como tres muros castreños, hoyos con cantos rodados y parte de una tumba de losas.

Además de estos hallazgos se trabajó en la ampliación de la superficie recuperada de las estructuras defensivas del Castro Sarridal, en la recuperación de los cimientos del torreón defensivo y se levantaron otros cinco metros de restos del paramento exterior.

El alcalde de Cedeira, Pablo Diego Moreda Gil, y otros miembros de la corporación así como la concejala del BNG y arqueóloga impulsora de estos trabajos, María Xosé Rodríguez, mantuvieron una reunión con la directora xeral de Patrimonio de la Xunta, María del Carmen Martínez, en la que presentaron estos resultados y solicitaron dicha nueva colaboración económica.

El encuentro sirvió también para abordar la posibilidad de que Patrimonio colabore con la Administración local en el levantamiento de la pista que bordea la zona excavada y que conduce al Castillo de la Concepción así como en la construcción del puente de madera que la sustituiría y que permitirá el paso al tiempo que se descubre esta área del yacimiento.

Imagen: Concello de Cedeira

Evolución histórica del castro

El arqueólogo Emilio Ramil explica que conocer lo que hay en esa zona ayudaría a conocer la evolución histórica del castro, del que afirma que estuvo habitado durante casi 1.000 años en dos etapas diferenciadas, la castreña y la galaico-romana. El camino actual oculta los restos del empedrado original de ambas épocas, por lo que su levantamiento "servirá para tener una idea completa de lo que fue el asentamiento", explica Ramil.