La Xunta ha aprobado el Plan rector de uso y gestión (PRUX) del Parque Natural Fragas do Eume, un documento de planificación y ordenación diseñado, tal y como informa la Administración autonómica, para garantizar la conservación de los valores, hábitats y principales especies de flora y fauna que alberga este territorio.

El plan cuenta con 10 años de vigencia y una inversión estimada de 8,5 millones de euros. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, declaró hoy tras el Consello de goberno que "nuestro objetivo es buscar el equilibrio entre la conservación de los recursos naturales y las actividades socioeconómicas y la presencia humana ordenada en este espacio”.

En este sentido, el PRUX de las Fragas do Eume actualiza la zonificación recogida en el anterior Plan de ordenación de los recursos naturales para, por un lado, armonizarla con la del resto de parques gallegos y, por otro, ajustar los límites de cada área para compatibilizar la conservación del patrimonio natural y del paisaje con los usos que se desarrollan en él.

De este modo, se propone dividir su superficie en cuatro zonas: zona I de reserva, que incluye ámbitos que requieren de un alto grado de protección; zona II de uso limitado, espacios con una mayor necesidad de preservación por sus valores naturales de excepcional rareza, interés o fragilidad; zona III de uso compatible, que abarca áreas con un valor de conservación medio por integrar cierto nivel de humanización, en las cuales se localizan plantaciones forestales, cultivos y matorral; y zona IV de uso general, con un importante nivel de urbanización y que incluye los núcleos rurales y las vías asfaltadas.

Las dos primeras, coincidentes con los espacios de mayor riqueza natural y paisajística y, por tanto, que requieren más protección, abarcan el 42 % de la superficie total, que suma 9.106,36 hectáreas.

Dada la singularidad del parque, que representa uno de los pocos bosques atlánticos bien conservados en Europa y en el que el 80% de los terrenos son de titularidad privada, la Xunta asegura que el proceso de elaboración del PRUX fue "muy consensuado y participativo" y de las 456 alegaciones presentadas, se han recogido en el texto final el 62% de las mismas.