Las pernoctaciones en Semana Santa en Ferrol aumentaron un 30% con respecto a 2022

El número de pernoctaciones en la Semana Santa recientemente concluida en Ferrol ha subido un 30% con respecto al mismo periodo de 2022, llegando a registrarse 720 según los datos facilitados por las oficinas municipales de turismo.

Este es uno de los datos que arroja el balance que el Concello de Ferrol hace de los pasados días festivos, en los que los puestos de información al visitante llegaron a atender a 1.580 personas, un 20% más que el año pasado. En cuanto a las consultas efectuadas por los turistas, la mayor parte fueron respecto a los horarios y recorridos de las procesiones y a las actividades culturales y de ocio ofertadas por la ciudad. El perfil del visitante fue el de adultos de entre 30 y 60 años.

Las visitas al castillo de San Felipe durante la Semana Santa, otro de los indicadores más importantes de la actividad en la ciudad, también superaron la cifra del pasado año, pasando de las 1.800 visitas a las cerca de 2.300 este año, un 30% más.

El éxito de convocatoria de esta festividad declarada de Interés Turístico Internacional se hizo también patente en los locales de hostelería. El sector afirma, en palabras del alcalde de la ciudad, Ángel Mato, que "la cantidad de clientes fue histórica y que fue complicado atender toda la demanda".

Éxito de los buses lanzadera

El servicio gratuito de autobuses lanzadera habilitado por la Administración local fue empleado por alrededor de 4.000 personas, lo que representa un millar más sobre la cifra registrada en 2022, según los datos aportados por el Concello. La ruta unía el aparcamiento de A Malata con el centro con el objetivo de no colapsar el núcleo urbano con vehículos particulares.

Además, el city-tren de Ferrol estuvo disponible durante todo el período para facilitar la movilidad de los visitantes.

Más de 300 incidencias atendidas

Entre el hospital de campaña habilitado en el Antiguo Hospicio y los puntos de atención de la plaza de Armas y el Cantón, se atendieron un total de 324 incidencias (100 menos que el año pasado) correspondientes, en su mayoría, a síncopes, heridas, patologías cardiovasculares, respiratorias, quemaduras o alteraciones de la glucemia durante la celebración de las procesiones.