Iria Rodríguez, ex-paciente de leucemia

Iria Rodríguez, ex-paciente de leucemia Quincemil

Ferrolterra

Ex-paciente de leucemia: "Mi entorno social se redujo y en Asotrame (Ferrol) encontré una comunidad"

La Asociación Gallega de Trasplantados de Médula Ósea, con sede en Ferrol, celebra hoy (19:00 horas) su décimo aniversario con la proyección en el Torrente Ballester del documental #10AñosDeVida.

29 septiembre, 2023 14:35

Iria Rodríguez no le dio mucha importancia al cansancio que notaba, aprendió a tirar de su cuerpo convencida de que era una cuestión de falta de hierro. Pero una analítica le salvó la vida, porque a las pocas horas de que le sacaran sangre estaba camino del hospital para recibir una transfusión y permanecer ingresada. Tenía 4 de emoglobina, "allí no entendían cómo me mantenía en pie".

Con 36 años le diagnosticaron leucemia, algo que le cambió la vida totalmente. Recibió quimioterapia durante los seis meses que esperó hasta el trasplante de médula ósea y tras la intervención estuvo aislada dos meses en el hospital. "Recuerdo que el año siguiente a la operación estuve en el CHUAC cerca de 8 meses prácticamente seguidos".

En una de esas largas estancias fue cuando escuchó a las personas que recorrían el pasillo de su planta con luces de colores y postales de Navidad con la intención de provocar una sonrisa en los pacientes en unos días tan emotivos. Eran miembros de Asotrame (Asociación Gallega de Trasplantados de Médula Ósea), con sede en Ferrol y delegación en Narón, Santiago y Culleredo, una entidad social que esta tarde, a las 19:00 horas, festeja su décimo aniversario con la proyección en el centro Torrente Ballester de Ferrol (rúa Concepción Arenal, s/n) del documental #10AñosDeVida y la música en directo de Adhara & Ritman.

"Nunca te dan el alta de forma definitiva, seguimos siendo pacientes, yo tengo que hacer revisión cada dos meses", aclara Iria. Padece de forma crónica la enfermedad de injerto contra huésped crónica (Eich) fruto de una complicación en el trasplante, lo que hace que sea inmunodeprimida. "Ahora no puedo trabajar y mi vida tiene que ser más tranquila que la del resto".

Aún así trata de colaborar con Asotrame siempre que puede. Además de participar en el programa navideño en el que conoció la entidad, también se integró en las actividades que llevaba al hospital una arteterapeuta. En la asociación "encontré mucha comprensión, soporte y apoyo en un entorno en el que apenas tenía que dar explicaciones para hacerme entender, todos sabemos por lo que estamos pasando", reconoce. "Mi vida social se redujo bastante y allí encontré una comunidad, me hizo sentir que formo parte de algo".

"En la asociación encontré mucha comprensión, soporte y apoyo en un entorno en el que apenas tenía que dar explicaciones para hacerme entender"

Quiere tratar de "devolver" todo el apoyo que ha recibido de Asotrame así que participa en charlas de concienciación y es voluntaria en la asociación, para la que no tiene más que palabras de cariño. "Diez años no es tanto tiempo para lograr todo lo que ha conseguido Asotrame", tiene "muchísimos programas", incluso pisos de estancia temporal en Coruña y Santiago para los familiares del paciente hospitalizado. Sin duda, dice, "hace una labor imprescindible, además de cuidarnos en el ámbito sanitario nos acompaña en nuestra particular adaptación a la vida diaria".

Cristina Piñeiro, su presidenta, asegura que en la actualidad atiende a unas 500 personas entre la sede y las tres delegaciones a través de diferentes servicios y programas. Además del de Luces de Colores de Navidad, Asotrame tiene un club de lectura, otro que programa conferencias de expertos en hematología, charlas de sensibilización en la donación de médula ósea, oncoyoga y atención psicosocial, entre otros. Además, forma parte de una fundación dedicada a la investigación del cáncer hematológico. A Cristina le gustaría no llegar a cumplir otros diez años, "eso significaría que la enfermedad ya no existe, pero mientras esté ahí seguiremos trabajando".