El artista madrileño Hugo Lomas ‘Sfhir’, de 43 años recibe este martes el premio al Mejor Mural del Mundo 2023 por su popular y gigantesca obra ‘La violonchelista de Fene’, que realizó el pasado agosto durante la primera edición del Perla Mural Fest en Fene (A Coruña). A través de la plataforma Street Art Cities, la mayor comunidad de arte urbano del mundo, recibió el respaldo masivo del público entre 50 obras distribuidas por todo el mundo.
"No esperaba toda esta locura", explicaba esta mañana desde Fene. "Para un artista es muy bonito ver las sensaciones tan positivas que generas a través de lo que creas. Estoy muy contento".
La obra es un homenaje a la música y a la Sala Perla de la localidad, que da nombre al festival, inspirada cada parte en personas diferentes. "Mi forma de trabajar es muy realista y me baso en rostros que conozco o en recursos fotográficos".
La casualidad hizo que ‘La violonchelista de Fene‘ naciera con un rostro muy parecido al de una vecina del barrio. "Al darme cuenta introduje algunos cambios, como la peca, para que se pareciera aún más. Fue muy gracioso cuando su madre salió por la ventana y lo vio, se puso muy contenta".
Sfhir esta mañana delante de su obra, en Fene
La magnitud y belleza de la obra cobra vida al atardecer, pues cuando los vecinos encienden la luz de las escaleras comunes se ilumina el cuerpo central del violonchelo.
Regresará en verano a Fene y a Ferrol
Sfhir volverá a Fene este mes de agosto para participar en la segunda edición del Perla Mural Fest de Fene. Tampoco se perderá el Festival Meninas de Canido de Ferrol, un evento en el que, asegura, se siente como en casa.
"Siempre que me invite Eduardo Hermida —promotor del festival— aquí estaré porque también estoy encantado de formar parte de esta gran familia que representa Meninas de Canido".
Participa desde 2017 en este encuentro de arte urbano que goza de un ambiente "único", afirma. "El feedback con los vecinos es impresionante y todos los años en los que he participado han sucedido anécdotas muy bonitas en este sentido".
Sin ir más lejos, recuerda, "después de pintar el mural del pasado festival el dueño del bloque nos tenía preparado el yacuzzi de su casa para que pudiéramos descansar. El ambiente con los vecinos es muy especial".