La violencia de género es multicausal y afecta a personas de diferente cultura, edad, religión y clase social.
No es un problema exclusivo de las mujeres, es un problema social que afecta a todas y a todos, por ello es necesaria una intervención tanto a nivel nacional como internacional.
La declaración universal de los derechos humanos ha dado lugar a la "desnormalización" del uso de la violencia de cualquier tipo de relación ya sea familiar, de pareja, entre iguales, etc…
Por violencia de género se entiende todo acto de violencia que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual, psicológico, económico, así como las amenazas o la privación arbitraria de la libertad, ocurra tanto en la vida pública como privada.
La violencia hacia la mujer se aparta de otros tipos de violencia, la agresión a ella es inmotivada, desproporcionada, excesiva, extendida y con intención de aleccionar, no tanto de lesionar. Y es por todo esto que el agresor es consciente de lo que hace y por qué lo hace.
En la comedia de Dante "el hambre pudo más que el dolor" le dice el Conde a Dante en su viaje por los infiernos.
No hay mayor castigo que se le pueda hacer a un padre o madre que a través de sus hijos. La instrumentalización de los hijos se llama violencia vicaria y a consecuencia, los traumas.
Ana y Olivia se llamaban esas niñas a las que un psicópata ha asesinado recientemente para matar su hambre.
No creo que buscase matar a sus hijas, pero sí a su madre con el dolor más grande que puede existir, arrebatándole a las personas que más quiere, sus hijas.
Detrás de un asesinato no necesariamente hay un trastorno mental. La maldad existe desgraciadamente y un psicópata no tiene ninguna enfermedad mental.
Estos miserables buscan hacer daño a través de lo que más se quiere, a veces hasta se acaban matando ellos para no llevar el dolor que dejan a las madres. Otras muchas veces se hacen las víctimas. O como en este caso que después del crimen vuelve a puerto a despedirse de sus amigos, como si esto le fuese a hacer mejor persona.
Lo que quiere un psicópata es dejar la peor de las huellas posibles, dejar dolor en la otra persona como una forma perversa de permanecer siempre unidos.
No es fácil detectarlos y cuando se toma conciencia suele ser tarde.
No tengo palabras para esta madre, no hay consuelo posible, solo espero que recordéis que la violencia vicaria es real, recordarlo cuando juzguéis a las mujeres que intentan proteger a sus hijos e hijas de sus maltratadores. Y espero encarecidamente que se haga justicia, la cual a veces es tan injusta.