Todo famoso, instagramer e influencer que se precie, se ha dejado caer este año por Galicia. El pistoletazo de salida lo marcó la boda en el Pazo de Oca de Lucía Bárcena y Marco Juncadella que congregó a royalties del virtual reino social como las hermanas Pombo entremezclados con aristócratas descendientes o amigos del príncipe alemán Max von und zu Hohenlohe-Langenburg. La revista “Hola” encabezó su reportaje sobre el enlace rebautizando al histórico pazo pontevedrés como “el Versalles Gallego”. Conseguir la misma publicidad de forma estándar hubiese costado millones.
Julio fue además un “hervidero” de famosos que llegaban a Santiago siguiendo las flechas amarillas. Así lo hicieron Dabiz Muñoz acompañado de su pareja Cristina Pedroche o el chef de reconocido prestigio internacional y reciente premio Princesa de Asturias de la Concordia, José Andrés. En cada etapa, no solo sellaban su pasaporte de peregrino sino que alimentaban su cuerpo y sus redes sociales con fotografías de suculentos manjares y paisajes. Así lo hicieron también Carmen Lomana, el locutor Carlos Herrera o incluso Pablo Casado dando también cuenta de ello en su Instagram. Las redes sociales han consolidado de tal forma su potencial publicitario que la misma Xunta de Galicia contrató a 4 influencers (el actor Martiño Rivas; la diseñadora Gala González; la empresaria Cristina Cerqueiras; y el humorista Xurxo Carreño) para promocionar con sus pasos el camino Portugués. El alcance de sus publicaciones superó los 20 millones de personas, algo extremadamente difícil de lograr y con un impacto claramente más rentable que el de la publicidad clásica.
Según la teoría de los seis grados de separación, cualquiera está conectado con todas las personas del mundo a través de 6 contactos, pero está demostrado que si metes Galicia en la ecuación la separación se reduce a menos de la mitad. Quien no ha nacido aquí tiene un padre, abuelo o como mucho bisabuelo gallego y muchos han decidido aprovechar agosto para redescubrir o revisitar sus raíces familiares. Así lo han hecho los hermanos Macarena García y Javier Ambrossi (bisabuela de las Rías Baixas) o la actriz e influencer con abuela gallega Ester Expósito (con 28,5 millones es la española con más seguidores en Instagram). Incluso Richard Gere y su mujer, la coruñesa Alejandra Silva están pasando unos apacibles días en las playas de Oleiros.
Galicia no es la nueva Marbella ni la nueva Ibiza, es algo diferente y único, tal y como demuestra el “overbooking” de famosos de este año, convirtiendo a nuestra comunidad en el destino de moda.
Nuestro patrimonio natural y cultural, nuestro clima pero sobre todo nuestra gente son algunas de las claves de este “País de las Maravillas”… Y “si chove, que chova”.