El primer estreno de Netflix España en Galicia ha sido en A Coruña esta misma semana. Nunca antes esta multinacional había hecho una premiere en Galicia o en el noroeste de España y ha sido la ciudad herculina la primera capaz de convencerla de ello. En Palexco se desplegó la alfombra roja por la que desfiló el reparto de la serie, mayoritariamente gallego, con Clara Lago y Tamar Novas como estrellas,  así como todo el equipo de Vaca Films encabezado por Emma Lustres.

Al estreno le acompañó una fiesta con políticos, empresarios, actores y personas del mundo de la cultura gallega, desde otros productores audiovisuales hasta talentos emergentes como Esther Estévez o Lúa Mosquetera. Una fiesta y evento para recordar, con Xoel López y Carlos Jean de sorpresas musicales, cuya importancia algunos políticos supieron ver (la corporación de A Coruña, principalmente), pero otros no tanto.

Puede justificarse que se haya accedido a estrenar la serie en A Coruña porque está mayoritariamente grabada en la ciudad (se reconocen interiores como el CHUAC, la Facultad de Derecho e incluso la Pelícano), está hecha por una compañía coruñesa (Vaca Films) y su equipo y temática es gallega, pero eso no ha sido suficiente en otros casos. Sin ir más lejos, El Caso Asunta es tan gallega como Clanes y su premiere fue en Madrid el 25 de abril, o El Cuerpo en Llamas, de productora, actores y directora catalana, se preestrenó en Madrid, no en Barcelona, en septiembre de 2023.

¿Por qué A Coruña, entonces? No hay duda de que la tenacidad de Emma Lustres para estrenar la película en su ciudad ha tenido que ser decisiva, pero lo habría tenido mucho más difícil si estuviésemos hablando de otro lugar. En mi opinión, es clave la imagen que se ha ido labrando A Coruña en la última década y cómo el resto de España la ve como una ciudad cada vez más relevante.

Los coruñeses éramos famosos por nuestro chovinismo en los años 90, en la época dorada del Dépor, pero la ciudad palidecía en comparación con otras del mismo tamaño como Gijón, Oviedo o Valladolid. Más o menos desde la crisis del 2008 y gracias a la pujanza de sus empresas, A Coruña (y, en cierto modo, toda Galicia) ha ido levantando la cabeza y ahora se identifica por el resto de España como una ciudad de referencia, no solo como el destino de una de las carreteras radiales o el remoto rincón del equipo revelación.

Si antes Vigo y A Coruña competían por no estar a la cola de esa liga de ciudades del noroeste, ahora la ciudad olívica es la única que le mantiene el ritmo a la herculina. Con una rivalidad irreconciliable en el fútbol, pero muchas otras cosas complementarias que hacen que sean las áreas urbanas más dinámicas del noroeste español, y también las únicas que siguen atrayendo población. Vigo tiene las luces de Navidad más espectaculares de España, y A Coruña también brilla a su manera.

En A Coruña han confluido una serie de factores, con Inditex como elemento principal y posiblemente también como catalizador indirecto de muchas otras cosas. Pero además, en paralelo ha sucedido la explosión de Estrella Galicia, que las ruinosas cajas se hayan convertido en un banco en expansión como es Abanca, que hayan surgido muchas empresas pequeñas y profesionales independientes capaz de mirar de tú a tú a cualquiera del resto del mundo, y también un sector audiovisual con productoras de referencia que está triunfando en todo el mundo con productos hechos en Galicia. Y esto también lo ha reconocido este estreno.

Y no debe subestimarse la importancia de Netflix, como suele suceder con todos los productos nativos y exclusivamente online (e incluyo, naturalmente, a la prensa digital). Para hacerse una idea de lo que es Netflix y dimensionarla bien, ahora mismo vale en bolsa 296.000 millones de dólares, que es más de un 50% más de lo que vale Disney (186.000 millones), el doble de lo que vale Inditex, 13-14 veces lo que vale Telefónica, 15 veces Warner Bros. y… 40 veces lo que vale la Paramount. No son unos frikis que hacen películas y series online, son la compañía de entretenimiento más valiosa del mundo, hasta el punto de haberse vuelto sistémica: la gente duda si darse de baja del gimnasio, pero nunca de Netflix.

El estreno de Clanes en la ciudad es otra buena noticia que se suma a otros factores que hacen que la imagen de A Coruña esté en muy buen momento. Sus empresas, las posibilidades del puerto, su actividad cultural… hasta parece que el Deportivo va por el buen camino. Recordaba esta semana con el equipo de Quincemil cuando se abrió hace menos de 20 años el primer restaurante japonés de la ciudad, “el japonés del puerto”, que estaba donde es ahora la Inn. A lo largo de los meses muchos habitantes de A Coruña fueron probando por primera vez el sushi y hubo muchos momentos cómicos con el wasabi y los palillos. Hoy hay más de medio centenar de restaurantes asiáticos en la ciudad.