Oportunidades para Galicia a través de la sostenibilidad
Mónica Chao, presidenta de Women Action Sustainability, pone en valor la proyección de Galicia para liderar una transformación económica, social y medioambiental
Lo más importante que tenemos que hacer hoy es salvar el planeta. Y esto no
es ecologismo, es una cuestión de supervivencia social y empresarial.
La abrumadora situación de los riesgos q los que nos enfrentamos, bien por
escasez de recursos, subidas de precios o cambios en patrones de consumo
requiere una revisión profunda y urgente de las estrategias Empresariales, para
adaptar los planes de contingencias a los nuevos riesgos, y también identificar,
precisamente en estos riesgos, donde está la oportunidad de generación de
valor.
Solo lograremos la transformación sostenible a través de la creación de riqueza
y la búsqueda de valor en los cambios en los procesos y en el desarrollo de la
innovación para el futuro.
Galicia, con su rica tradición, paisajes únicos y una identidad profundamente
arraigada, tiene en la sostenibilidad una oportunidad extraordinaria para liderar
una transformación económica, social y medioambiental. Como gallega, haber
estudiado y vivido aquí me permite observar de cerca tanto los desafíos como
las grandes posibilidades que este cambio implica.
En este momento crítico, marcado por los efectos visibles del cambio climático,
resulta imperativo replantearnos nuestro modelo de desarrollo y actuar con
urgencia. Las grandes crisis revelan las vulnerabilidades de nuestros sistemas,
pero también abren puertas a nuevas soluciones. Galicia tiene el potencial para
ser pionera en esta transición, liderando la adaptación frente a los riesgos que
vienen y aprovechando las oportunidades que se generan en este nuevo
contexto global.
El cambio climático ya está transformando nuestra región. En el corto plazo, se
prevé un aumento de hasta 1,5 grados en la temperatura media, que podría
llegar a 2 grados en el medio plazo. Este incremento afectará directamente a la
frecuencia de las precipitaciones, elevará el nivel del mar y modificará la
temperatura de las aguas costeras. Estas alteraciones ponen en riesgo no solo
los ecosistemas marinos y terrestres, sino también la infraestructura urbana, la
seguridad de la población y la viabilidad de sectores clave como la pesca, la
acuicultura, la agricultura y el turismo.
La acción en pueblos costeros desde Combarro a Cambados o Fisterra, ya no
es solo un objetivo, sino una necesidad. Proteger la costa, las rías y su
biodiversidad es clave para preservar el modo de vida de miles de familias
dedicadas a la pesca y al turismo.
El impacto del cambio climático también agrava el riesgo de incendios
forestales, una amenaza que Galicia ya enfrenta con frecuencia. Estos riesgos
requieren inversiones urgentes en infraestructuras que garanticen la seguridad
de las comunidades y aseguren la continuidad de las actividades económicas.
Sin estas inversiones, las ciudades y empresas gallegas estarán expuestas a
daños catastróficos. Además de revisar procesos y planes de contingencia, es
fundamental incorporar la tecnología como una herramienta clave para la
prevención, la mitigación y la resiliencia ante estos desafíos.
Adaptarse al cambio climático no solo significa proteger nuestras costas o
bosques, sino también garantizar que los jóvenes gallegos encuentren
oportunidades en sectores emergentes como la energía renovable o la
innovación en materiales reciclados.
La adaptación al cambio climático no solo es una cuestión de supervivencia,
sino también de competitividad económica. Galicia tiene ventajas únicas que
pueden posicionarla como líder en esta transformación. Por ejemplo, el enorme
potencial de la energía eólica marina en nuestras costas podría generar más de
40.000 empleos en España para 2030, según la Asociación Empresarial Eólica.
Proyectos de economía circular en sectores como la pesca y la acuicultura
ofrecen alternativas innovadoras para maximizar recursos, reducir impactos y
convertir a Galicia en un referente global en sostenibilidad.
Un ejemplo claro es el éxito de las iniciativas gallegas en la gestión sostenible
de residuos: cada tonelada reciclada representa un ahorro económico y una
reducción del impacto ambiental que beneficia directamente a nuestras
comunidades.
En este esfuerzo, las grandes empresas gallegas tienen un papel crucial.
Compañías como Inditex están demostrando cómo el liderazgo en economía
circular puede ser un motor de cambio. Su inversión en reciclaje de materiales
y el desarrollo de materias primas secundarias está posicionando a Galicia
como un polo de referencia en el sector textil sostenible. Esta visión no solo
fortalece a la compañía, sino que también beneficia a todo un ecosistema de
colaboradores y proveedores de cercanía, quienes pueden convertirse en
actores globales en esta nueva economía verde.
Ejemplos similares pueden encontrarse en sectores como la pesca y la
conserva, donde Galicia ya tiene una posición destacada. El desarrollo de
tecnología para acuicultura sostenible y el reciclaje de subproductos pesqueros
puede fortalecer aún más nuestra competitividad, asegurando la resiliencia de
estas industrias frente a los desafíos climáticos. Además, la transformación de
residuos en materias primas secundarias, en línea con las estrategias
europeas, puede garantizar nuestra autonomía estratégica, reduciendo la
dependencia de importaciones y fomentando una economía circular robusta.
Galicia tiene el potencial de convertirse en un modelo para Europa,
demostrando que un desarrollo económico sólido puede ir de la mano de la
preservación de nuestros montes, nuestras rías y nuestra identidad cultural.
Los datos económicos subrayan la magnitud de este desafío. Fenómenos
extremos como la reciente DANA en España, con daños estimados en 600
millones de euros, evidencian cómo el cambio climático puede alterar
economías enteras en cuestión de horas. A nivel global, el cambio climático
podría reducir el PIB mundial en hasta 23 billones de dólares para 2050 si no
se toman medidas efectivas, según Swiss Re. Frente a este panorama, la
inversión emerge como una herramienta esencial para a través de la
adaptación, generar oportunidades.
El mercado de activos sostenibles está en pleno crecimiento. Según
Bloomberg, los activos bajo criterios ESG (ambientales, sociales y de
gobernanza) alcanzaron los 40 billones de dólares en 2022, con perspectivas
de superar los 50 billones para 2025. Esta tendencia refleja cómo los fondos de
inversión reconocen el valor financiero de las empresas sostenibles, que
tienden a tener un mejor desempeño a largo plazo, con menor volatilidad y
mayor rentabilidad. Además, las inversiones en sostenibilidad por parte de
fondos de capital privado han crecido un 70% en los últimos cinco años,
consolidándose como un sector de interés prioritario para los inversores
internacionales.
Galicia tiene una oportunidad única para aprovechar esta dinámica global.
Contamos con un tejido empresarial que ya está integrando la sostenibilidad
como parte de su estrategia, un capital humano altamente cualificado y una
sociedad comprometida con el cambio. Este es el momento para que las
empresas gallegas lideren, apoyando a sus proveedores y fortaleciendo su
competitividad frente a un contexto cada vez más exigente.
La innovación y la colaboración son esenciales para impulsar esta transición.
Ninguna entidad puede abordar estos desafíos de forma aislada. Es
fundamental fomentar alianzas estratégicas entre administraciones, empresas,
universidades y la sociedad civil. Además, la implementación de nuevas
tecnologías puede ser el motor que impulse esta transformación, desde
soluciones avanzadas para la gestión de recursos hasta modelos de negocio
que integren sostenibilidad y rentabilidad.
A nivel europeo, informes recientes como el elaborado por Mario Draghi y
Enrico Letta subrayan la importancia de alinear competitividad y sostenibilidad
en la nueva estrategia de crecimiento. La transición verde no es solo un desafío
climático, sino una oportunidad para desarrollar la autonomía estratégica de
Europa, asegurando el abastecimiento de materias primas, especialmente
aquellas provenientes del reciclaje. Galicia, con su capacidad para integrar la
economía circular en sectores como el textil y la pesca, puede ser un referente
en este nuevo modelo de desarrollo.
Este momento histórico exige liderazgo y acción. Los líderes empresariales
tienen la responsabilidad de inspirar a sus equipos y movilizar recursos para
aprovechar las oportunidades que ofrece la sostenibilidad. La confianza en las
empresas es mayor que en otras instituciones, lo que otorga a estas
organizaciones un papel crucial en esta transición.
Galicia tiene todos los recursos necesarios para liderar en sostenibilidad: su
gente, su talento, su cultura de innovación y su capacidad para superar
desafíos. Las decisiones que tomemos hoy definirán no solo el futuro de
nuestra región, sino también el papel que desempeñaremos en un mundo que
demanda urgencia y acción frente al cambio climático.
La sostenibilidad no es solo una responsabilidad, sino la gran oportunidad de
nuestra generación para cambiar el rumbo y construir un legado del que
podamos sentirnos orgullosos. Estoy convencida de que Galicia está preparada
para liderar este cambio.
Mónica Chao
Presidenta de Woman Action Sustainability y CEO de ACATIVA