La vida después de ti, una muerte sin relevo
La Generación Z está desvinculada de su trabajo, lo que ocasiona una crisis de talento en el mercado laboral al que las empresas deben enfrentarse
El 83% de los responsables de recursos humanos en España enfrentaron dificultades significativas para cubrir puestos en 2023, según un estudio firmado por Pluxee.
Se buscan perfiles que no existen o que, simplemente, no quieren estar ahí.
Qué está pasando, qué pasará cuando no estemos los que estamos ahora.
La crisis de talento no es una tormenta que amenaza con llegar. Está aquí. Se cuela por las grietas de los negocios tradicionales, se instala en las oficinas con sillas vacías y ofertas de empleo que pasan inadvertidas porque huelen a copia/pega. Porque el relevo generacional no está llamando a la puerta, está esperando fuera a que le ofrezcan algo más que una nómina, una corbata ajustada al cuello y fruta fresca en la oficina.
Las nuevas generaciones no vienen a "cumplir" porque sí. Vienen con una idea clara de lo que quieren: un combo cuajado de propósito, flexibilidad, impacto.
¿Un sitio donde sentarse ocho horas a cambio de un sueldo fijo? Gracias, pero ya no es suficiente. No cuando se viene cargado de habilidades líquidas tan adaptables como el mundo en el que han crecido.
Mientras algunos equipos directivos se aferran al “esto siempre ha funcionado así”, el talento joven mira hacia otro lado, uno en el que no hay espacio para el estatismo ni los sistemas que parecen congelados en los años 90.
Modelos donde la experiencia pesa más que la innovación, donde el "porque sí" sigue siendo una respuesta válida, donde no se habla de objetivos sino de horarios estancos y el cambio generacional se percibe más como una amenaza que como una oportunidad.
El cambio no espera. Los consumidores tampoco. Y tu empresa no puede esperar.
La Generación Z está empezando a decidir qué comprar, cómo comprar y a quién. Ya no creen en las promesas vacías, detectan el postureo a kilómetros de distancia y no tienen problema en darle la espalda a una marca que no se alinea con sus valores.
Si tu negocio aún no ha entendido esto, se quedará en el banquillo en la carrera de relevos; cediendo el testigo a aquellos que no temen cambiar su estructura, su narrativa y sus formas para integrar lo mejor de ambos mundos.
Adaptarse es asegurar que la esencia no se diluya en una generación que ya no cree en los patrones de siempre.
Si no nos hacemos esta pregunta ahora, el “¿Quién tomará el relevo?” será retórico, porque no habrá nadie para responder. Se cerrará el telón.
Lili Lorenzo
Lili Lorenzo es consultora en estrategia digital y project manager digital, experta enmarketing estratégico y posicionamiento de marca. Seis años como autónoma, más de 70 proyectos en puestos de decisión y dos empresas propias autofinanciadas a sus espaldas; con 34 años recién cumplidos. Tiene un objetivo como directora de Acto Voltaje: inyectar en empresas tradicionales todo lo aprendido durante más de una década entre negocios digitales, sin dependencias del algoritmo ni costes insostenibles en publicidad. El branding y el talento como pilares de marketing estratégico. Hacerlo bien, hacerlo raro, hacerlo imborrable.