Ahora que vuelven las clases y los padres piensan en qué actividades extraescolares son mejores para poder potenciar las capacidades de sus hijos, o simplemente como una actividad en la que sus hijos puedan divertirse o adquirir conocimientos distintos que no aprenden en la escuela, muchos padres se preguntan, ¿y a qué apunto yo a mi hijo?

Pues bien, nosotros desde la AEPF entendemos y sabemos que en España hay un problema con la educación financiera que reciben los jóvenes; su relación con el dinero, sus hábitos de consumo y ahorro, la adquisición de responsabilidades, etc. En España no se nos enseña eficazmente a relacionarnos con el dinero en la época de enseñanza, por ello somos de los peores países en educación financiera de Europa. Según un estudio de la fundación PwC, tenemos una puntuación de 30 sobre 100, lejos de otros países como Reino Unido o los Países Bajos. 

Es por ello que, a falta de una acción conjunta de gobierno y comunidades, creemos que debemos impulsar la educación financiera, ya que es una disciplina muy buena que pueden aprender tus hijos, desde cualquier edad, y que, además, les servirá para toda la vida, ya que los hábitos y técnicas de los conocimientos teóricos, son duraderos en el tiempo. 

Podría parecer que no, pero los niños desde los 5 años ya reconocen y saben lo que significan palabras como “dinero”, “ahorro” o “gasto”. Es una excelente oportunidad para que, desde una temprana edad, vayan familiarizándose con conceptos y hábitos que podrán desarrollar más tarde cuando tengan más entendimiento del mundo en el que viven.

Educación financiera para un futuro más seguro

Con la educación financiera aprenderán a ahorrar mejor, a analizar cómo y dónde gastar ver de qué pueden prescindir.  Ayudarán en los objetivos del hogar, aprenderán a discernir mejor entre las diferentes ofertas de entidades financieras, productos financieros, etc. En definitiva, tendrán más conocimiento del dinero, de qué hacer con él y cómo sacarle provecho o si es conveniente según su situación realizar ciertas operaciones o no, siempre con el consejo y asesoramiento de un planificador financiero. 

Después de saber esto, volvemos a la pregunta del título, ¿por qué no enseñas a tus hijos a gestionar su dinero? Bien es cierto que es importante aprender idiomas, especialmente los que no se imparten en los centros de enseñanza, así como fomentar el ejercicio físico con otras actividades, o potenciar las habilidades para la música o la interpretación de tus pequeños, pero ¿no es importante también que sepan manejar su dinero y qué hacer con él? Es un conocimiento que, hagan lo que hagan y se dediquen a lo que se dediquen en la vida, será útil al 100%. Y es precisamente una buena educación financiera en las primeras etapas de la vida, la que marcará una gran diferencia en el comportamiento que tendremos como adultos al momento de manejar nuestros recursos. Por eso lo recomendamos encarecidamente a los padres, o que al menos, lo tengan en cuenta.