La industria naval marítima gallega es uno de los puntales sobre los que se asienta la economía de Galicia, región estratégica en el norte de España y en el conjunto de Europa.

En Asime (Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia), representamos desde hace 45 años a más de 270 empresas navales y marítimas gallegas que cubren toda la cadena de valor, desde astilleros a industrias complementarias, generando más de 8.000 empleos.

Conocemos muy de cerca esta industria, que tiene una enorme vocación internacional, siendo muy valorada en el exterior. Tanto es así que el 90% de los buques construidos en la última década en los astilleros gallegos se destinan a la exportación.

Sin embargo, esta industria no está exenta de riesgos y de retos. Tenemos por delante una tarea casi titánica para adaptar la industria naval-marítima a transformaciones estratégicas marcadas por la sostenibilidad, la digitalización, la innovación o la cualificación profesional.

En este contexto, la idea de un Perte naval como el que se está poniendo en marcha desde el Gobierno central es sin duda una buena noticia. Estamos hablando de 1.460 millones de euros, que prevén incrementos de competitividad del 15% y la creación de 3.100 puestos de trabajo especialmente en regiones periféricas.

Que exista una línea de ayuda especial para la industria naval-marítima es positivo, pero para hacer de esta iniciativa un éxito compartido debemos trabajar conjuntamente para integrar mejor a todos los agentes y, por otro lado, conseguir que estos fondos permeen finalmente de forma exitosa hacia las pymes.

En Asime hemos participado activamente en todos los foros, encuentros y reuniones sobre esta materia, habiéndose celebrado la última con la Ministra de Industria en Vigo hace tan solo unos días. Actores como Asime, y sus homólogos en otras comunidades autónomas, jugamos un papel fundamental en la dinamización del sector y la puesta en marcha de consorcios que puedan cumplir con las exigencias de un perte como este. Por ello, es imprescindible que se cuente con las entidades autonómicas para vertebrar el Perte, ya que, de lo contrario, es difícil que pueda generar la masa crítica necesaria para una convocatoria que, además, se prevé exigente.

Llevamos meses a la espera de que se materialicen las convocatorias del Perte naval. Por los últimos datos aportados por el Ministerio, todo apunta a que las conoceremos en detalle en noviembre. Atendiendo a las bases reguladoras ya presentadas, parece que lo que se buscará son proyectos de gran calado, con inversiones mínimas de 10 millones de euros.

A expensas de lo que se concrete en la convocatoria final, teniendo en cuenta que en los proyectos se habla de un 40% de participación de pymes en los consorcios y que los plazos para presentar proyectos serán reducidos, tenemos por delante el reto de movilizar a tiempo es tejido productivo.

Esto es algo en lo que llevamos meses trabajando desde Asime, preparando esas ideas y consorcios que puedan optar a los Perte para que, una vez se publique la convocatoria, ya esté todo armado. De lo contrario, será imposible prepararse a tiempo.

Hidrógeno verde, eólica marina, nuevas propulsiones, o automatización de procesos son algunas de las cuestiones estratégicas que estamos intentando impulsar desde la industria naval-marítima gallega, y que esperamos tengan cabida, más pronto que tarde, en esas convocatorias pendientes de publicación.

En definitiva, estamos ante un momento complejo para todas las industrias, pero España, y Galicia en particular, cuenta con la solidez necesaria para hacer de estos retos una oportunidad en la industria naval-marítima, siempre que impulsemos juntos, y de forma coordinada con todos los actores, una recuperación basada en la innovación, la cooperación y la internacionalización.