La semana pasada se celebró en Barcelona el Mobile World Congress: uno de los eventos relacionados con tecnología más grandes y populares del mundo. Dentro del propio MWC tiene entidad propia un espacio dedicado al mundo startup: el 4YFN.
Acrónimo de "4 years from now", este evento es un punto de encuentro para el ecosistema startup donde hacer contactos, buscar inversión e intentar adivinar cuáles serán las tendencias de negocio e inversión en los siguientes cuatro años.
En el 4YFN podemos encontrar público de todas las nacionalidades, si bien mayoría de asistentes y startups son de nacionalidad española. Alguna comunidad autónoma incluso cuenta con stand propio, para hacer gala de su ecosistema.
Galicia no tuvo stand propio, pero sí una nutrida representación: además de Xesgalicia, Unirisco o Startup Galicia, numerosas startups "da terra" participaron ya fuera con stand, ya como asistentes: Alice Biometrics, Ancora, Inverbis, Velca, Eccocar, Emérita Legal, Monkey Markets…
En cuanto a los sectores más destacados, se consolida el papel diferenciado del sector ehealth, que contaba con una zona exclusiva donde no solo tenían stands las startups, sino también las principales compañías “tradicionales” de los sectores farma y salud.
Pero a la luz de la reciente celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, es ineludible hacer un análisis del 4YFN desde el punto de vista de la representación de las mujeres. Y de un paseo rápido por los stands era fácil concluir que paridad está lejos de llegar al ecosistema startup.
La propia organización del evento y muchos de los participantes pusieron el acento en este tema, al que se dedicaron varios debates y charlas donde Founders y CEOs reivindicaron la necesidad de visibilizar el talento femenino, la importancia del role model de mujer CEO, y las dificultades para captar inversión en startups lideradas por mujeres.
En contraposición, no obstante, se puede observar una tendencia -si bien minoritaria y todavía no plenamente asentada en Europa y España- de determinados fondos de venture capital a poner el foco en inversiones de impacto donde exista liderazgo femenino. Una línea que en España se ha impulsado desde la financiación pública con el NEOTEC Mujeres, y que es posible que se acabe replicando en la inversión privada.
La reciente ley de Startups recoge esta preocupación en su Exposición de Motivos, donde recoge que "es de particular importancia eliminar las brechas de género existentes en este ámbito, ya que nuestro país no podrá alcanzar la competitividad deseada si no se toman las medidas necesarias para incorporar al ecosistema el talento de las mujeres".
No obstante, en el texto de la Ley no se contempla ninguna medida específica en esta línea, más allá de prever que el programa plurianual de ayudas "incorporará la perspectiva de género". Una perspectiva que ya viene impuesta por el art. 14 de la Constitución y por la ley de Igualdad de 2007.
Que la ley de Startups no contemple medidas concretas para promover el emprendimiento femenino es una oportunidad perdida. Actualmente -según el último informe sobre emprendimiento femenino del Global Entrepreneurship Monitor (GEM)– la Tasa de Emprendimiento femenina en nuestro país está por debajo de la media europea: en España menos de un 16% del total de emprendedores son mujeres.