Humildad, esfuerzo y morriña. Así es el talento gallego

¿Qué hace especial al talento gallego? ¿Hay algo que nos haga diferentes? Como individuos siempre nos creemos especiales y esto no iba a ser menos cuando hablamos de agrupaciones de individuos como puede ser la sociedad gallega. He tenido la suerte de hablar con muchos profesionales que opinan que sí, que tenemos ciertas características que nos diferencian. Pero lo que me ha llevado a creer que es realmente cierto, sesgos a parte, es que gran cantidad de personas de lugares muy variados, asocia ciertas características a sus amigos o compañeros de trabajo que vienen de Galicia.

¿Hay entonces características particulares asociadas al talento gallego? Me paré a reflexionar sobre esto hace unas semanas, cuando en una entrevista en este mismo medio me plantearon la pregunta: ¿Existe el talento gallego? Mi respuesta fue una opinión, pero los comentarios y mensajes de bastantes lectores me hicieron ver que había más personas que opinaban lo mismo.

Somos humildes, demasiado en muchas ocasiones

Según la RAE la humildad es la "virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento".

He recibido la ayuda de gallegos que, a mis ojos, han tenido éxito. En algunos casos de perfiles que incluso considero referentes. La respuesta común al agradecerles la ayuda suele ser un "Para eso estamos. Si estoy aquí es gracias a otras personas que me han ayudado, sino, no sería nadie" y otras derivadas con significado similar.

Este grado de humildad permite mantener los pies en la tierra, generar un impacto positivo en los que están a tu alrededor y, seguramente, mantener ese éxito gracias a lo que más de uno llamaría karma.

Hay que decir que gallegos chulos y que alardean de sus logros con soberbia, como las meigas, habelos hailos, pero por suerte son rarezas.

Nos esforzamos para alcanzar nuestros objetivos

Vivimos en un mundo donde el vídeo corto reina, la atención fugaz es la norma y buscamos lo instantáneo. Siempre, pero hoy más, el esfuerzo y la constancia marcan la diferencia. Y ahí el talento gallego gana por goleada.

Quizás por una historia que ha sido dura con Galicia. Porque hemos tenido que emigrar para poder dar un futuro a nuestras familias. O porque hemos tenido que luchar, y en ocasiones morir, por mantener nuestra lengua y nuestra cultura. Y eso, a lo largo de los años, forja unos valores y deja una marca que se nota en la personalidad de los gallegos y gallegas.

Detrás de cada historia de éxito escucharás una historia de años de esfuerzo, perseverancia y resiliencia. Nadie les ha regalado nada, al menos a la mayoría.

Llevamos a Galicia el corazón. Un corazón lleno de morriña

¿Conoces a algún gallego que viva fuera de Galicia y no la eche de menos? ¿Al que no se le dibuje en la cara la tristeza cuando habla de las bondades de Galicia? Da igual que viva en Madrid, Londres o Nueva York. Un gallego siempre tiene morriña. Siempre quiere volver a Galicia. Siempre quiere contribuir a Galicia.

Y si dos gallegos se encuentran en la otra punta del mundo se apoyarán como si se hubiesen encontrado a un vecino de toda la vida. ¿Qué no te encuentras con ninguno? Busca una de las muchas casas gallegas que hay repartidas por el mundo y ahí encontrarás una Galicia en versión reducida fruto de la comunidad de gallegos emigrados.

Tengo la suerte de conocer a bastantes emprendedores con proyectos que han crecido lo suficiente para atraer a inversores. El factor común que veo en todos ellos es que una de sus líneas rojas es, para todos, que el proyecto se quede en Galicia, aunque entre un gran capital de otra región en el accionariado. Esa línea roja, esa voluntad y pasión por impactar en Galicia es una característica intrínseca del verdadero talento gallego.

Otro ejemplo es la investigación, donde vemos algo similar. Para mí, un ejemplo es Ángel Carracedo. Referente mundial en su disciplina ha decidido, año tras año, mantenerse en Galicia y continuar aportando desde aquí pese a tener numerosas oportunidades de irse. Y como él, muchos investigadores e investigadoras que se quedan en Galicia, pese a las condiciones, para seguir contribuyendo desde aquí.

El talento gallego existe y debemos ponerlo en valor

Podríamos hablar de muchas otras características, pero, con estas tres, creo que queda claro que el talento gallego tiene unas características particulares. Pero, ¿se conoce todo lo que se debería el talento gallego? ¿Nos enorgullecemos de nuestros vecinos y vecinas con talento?

Apoyemos al talento gallego hablando de él. Dando a conocer a los grandes profesionales que hay en Galicia y a aquellos que han salido de ella y están repartidos por el mundo. Trabajemos por conocer las empresas gallegas que son referentes en sus sectores y hablemos de ellas en las empresas, en los eventos a los que vamos y en las RRSS.

Hablemos orgullosos del talento gallego porque nos sobran motivos para estarlo.