Estaba en un pub cuando sonó la canción Cuando tú vas de Chenoa. Automáticamente mi amiga y yo empezamos a cantar y, sobre todo, a crecernos. "Cuando tú vas, yo vengo de allí, cuando yo voy, tú todavía estás aquí y crees que me puedes confundir…". Diría que esta es una de esas canciones que recuerdo escuchar de pequeña y que creo que han contribuido a forjar esa "confianza en mí misma", gracias a alguna de sus estrofas. Tras preguntar a varias personas cercanas, mujeres, confirmo que también les pasa.
Ya os decía en mi último artículo que Intensas de Ana Requena me ha acompañado durante unas semanas y, casualmente, aquella noche también sonó Wannabe de las Spice Girls. Por supuesto que es otra de esas canciones que recuerdo darle al play a la minicadena, y dar un concierto en mi casa, con mi micro de juguete en mano por cierto, delante de cualquier cristal en el que me pudiera ver dando el espectáculo.
De esta sí que no puedo decir que fuera consciente de lo que cantaba, quizás porque era en inglés. Y ahí pienso el tiempo que he tardado en darme cuenta de que el aprendizaje sobre el feminismo (y el amor), y la necesidad de creer en nosotras mismas, estaba ahí ya de siempre, aunque fuera, en parte, inconsciente. Las Spice Girls "conjugan el verbo querer, en primera persona, allá por 1996" me recordaba Requena. "Dicen lo que ellas quieren y, además, en este caso a un tío. Una declaración de intenciones: Eh mira, si te interesa si quieres estar conmigo hay unas cuantas cosas importantes que tienes que saber":
If you want my future, forget my past
If you wanna get with me, better make it fast
Now don't go wasting my precious time
Get your act together, we could be just fine
Después de estas dos casualidades, me he parado a pensar en qué otras canciones están ahí, resonando en mi cabeza, gracias a que mini Leti las escuchaba.
Operación Triunfo fue un programa que sin duda marcó generaciones, la mía entre ellas, así que no nos debería extrañar que muchos de aquellos aprendizajes vengan de canciones escuchadas en el programa (y otras tantas que ha habido que desaprender) como Sueña representada por Chenoa y Rosa: "Siembra en tu camino un nuevo destino", o de los éxitos posteriores: "Sé tú misma, sal ahí fuera empieza a creer en ti", frase que contiene la letra de Grita de Vega.
No recuerdo como conocí a Gloria Gaynor y su I will survive: "Kept thinking I could never live without you by my side. But then I spent so many nights thinking how you did me wrong, And I grew strong, And I learned how to get along". Pero sí sé que ya era algo más mayor y tenía algo más de nivel de inglés que cuando las Spice Girls, y creo que sus mensajes fueron calando para entender mejor la canción de Bebe: "Malo, malo, malo ere'. No se daña a quien se quiere, no; Tonto, tonto, tonto ere', No te piense' mejor que las mujere'". Canción que, en 20024, sin tapujos validaba la experiencia de mujeres maltratadas, visibilizaba una realidad que en muchos casos era tabú: Cada vez que me dices "puta", se hace tu cerebro más pequeño.
La música está en nuestro día a día, a cada uno nos gusta lo que nos gusta, pero creo que lo importante es quedarse con los mensajes clave, aquellos que sí merece la pena tener presentes. Si en el 2004 para mí era Bebe, en 2017 era Rozalén con "Dibujé una puerta violeta en la pared y al entrar me liberé, como se despliega la vela de un barco. Desperté en un prado verde muy lejos de aquí. Corrí, grité, reí. Sé lo que no quiero, ahora estoy a salvo".
Y en 2018 el programa de televisión Operación Triunfo nos volvía a traer un éxito de la mano de Aitana y Ana Guerra, que también ayuda en ese aprendizaje vital: "Tira porque te toca a ti perder, que aquí ya se perdió tu game. Tiro porque me toca a mí otra vez solo con perderte ya gané".
Otro éxito que también nos viene de una participante en el programa de talentos musicales es Lola Índigo y su "Soy aquella niña de la escuela, la que no te gustaba, ¿me recuerdas?". La suerte de que pasen los años es que "Ya no soy la misma de antes. Yo sé que cambié, (yeah), porque yo pulí mis diamantes".
La música es una herramienta de comunicación muy poderosa para hacer llegar mensajes que promuevan la independencia y la confianza de cualquier persona. Cogiendo de ejemplo canciones conocidas al alcance de cualquiera, sin entrar a valorar la calidad de las voces, ni los estilos de música, la realidad es una que todos sabemos (aunque a veces no seamos conscientes): la música tiene una capacidad única para impulsar a las personas.