Existen dos variantes del virus Mpox (el virus que hasta hace poco se llamaba Viruela del Mono). Las variantes conocidas son: Clado I y Clado II.

La variante que ha hecho sonar las alarmas es la Clado I y su subvariante b, es decir Clado Ib. Esta variante se transmite más rápido y es más mortal que otras variantes del virus Mpox, como por ejemplo la variante Clado II que genero el brote mundial del 2022. Es por ello que Clado Ib ha llevado a la OMS a declarar la emergencia de salud pública de importancia internacional

Aunque se haya tratado como tal, no es una enfermedad de transmisión sexual. Se contagia de una persona a otra por contacto estrecho y prolongado de fluidos (sangre, semen….) de vías respiratorias (expulsión de gotitas al hablar con una persona infectada) o por contacto directo con la piel (besarse, relaciones sexuales, dormir juntos…).

El riesgo de contraer la Mpox no se limita a las personas sexualmente activas o a los hombres gais, bisexuales o que tienen relaciones sexuales con hombres. Se ha asociado a este colectivo, ya que en los países más afectados el virus se propaga a través de redes sexuales y estos colectivos pueden estar más expuestos. Se ha comprobado que la incidencia es mayor en hombres de 30 a 40 años. Las personas que corren más riesgo son las que tienen relaciones sexuales con personas distintas o nuevas. 

Una persona con viruela.

Tras un período de incubación de aproximadamente dos semanas tras la infección, los síntomas iníciales son comunes a varias enfermedades: fiebre, cansancio, dolor de espalda (especialmente lumbar), dolor de cabeza… pero lo que sí es muy característico de la infección por Mpox es la aparición a los 1-3 días de ampollas que pican y que van derivando a costras. Aparecen primero en la cara y después se diseminan por todo el cuerpo, siendo más intenso en manos, pies y en los genitales.

El riesgo de transmisión persiste hasta que todas las lesiones se hayan cubierto de costras, las costras se hayan caído y hasta que todas las lesiones de los ojos y del cuerpo (boca, garganta, ojos, vagina y ano) se hayan curado, un proceso que, en total, suele durar de dos a cuatro semanas.

¿Quién debe vacunarse y cuantas dosis?

Antes de una posible exposición: (2 dosis con un intervalo de 28 días)

  • Personas que mantengan prácticas sexuales de riesgo
  • Personas que vayan a viajar y vayan a tener un contacto estrecho con la población local del país que puedan estar infectados
  • Personal sanitario que no pueda garantizar el correcto uso de los EPIS
  • Personal de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad en misión en países de riesgo

Después de la exposición: (1 sola dosis)

  • Contactos estrechos con casos confirmados que no pasaran la enfermedad. La vacunación debe realizarse en los primeros cuatro días desde el contacto aunque podría administrarse hasta los 14 días
  • Personas con mayor riesgo: embarazadas e inmunodeprimidos (personas en tratamiento oncológico, trasplantados, personas con infección por VIH con bajos CD4, personas con fallo renal crónico…)

Contagio de animal al ser humano

La mpox también puede contagiarse a las personas por contacto físico con un animal portador del virus, como algunas especies de monos o de roedores. La exposición por contacto físico se puede producir por mordeduras o arañazos, o durante la práctica de actividades como la caza. El virus también puede contraerse al ingerir carne que no se haya cocinado suficientemente.

El principal reservorio de este virus son los roedores.

Hemos aprendido mucho después de la pandemia producida por la Covid-19, por lo que todas las medidas que fueron tomadas en caso de infectados o posibles contagios, son las mismas que debemos aplicar en los casos que tengamos sospechas de infección por Mpox: lavado de manos, desinfección y aislamiento en caso necesario.