Muchas personas caen en el error de pensar que el empleo oculto se refiere únicamente a aquellas posiciones que no se hacen públicas. Por ejemplo, puestos que se externalizan a headhunters por motivos de confidencialidad, como cuando una empresa planea despedir discretamente a quien ocupa ese rol y busca un "recambio", o aquellas posiciones que no se publican porque el reclutador ya tenía en mente a alguien para ocuparlas. También se incluyen las que se cubren a través de referencias y redes de contactos, sin llegar al mercado abierto.

De hecho, se estima que el 50% de las ofertas laborales nunca se publican, lo que demuestra que el mercado oculto de empleo como una realidad (Pivotal London, 2023).

El 50% de las ofertas laborales nunca se publican

Si bien todos estos casos son ejemplos de empleo oculto, el concepto va mucho más allá. El empleo oculto incluye todo aquel que, por definición, no es visible. Esto abarca tanto los empleos que ya existen pero no se muestran, como aquellos que aún no han sido creados. También se refiere a las oportunidades de ampliar tu función actual, por ejemplo, convenciendo a tu empresa de que eres la persona adecuada para desarrollar algún nuevo proyecto. Del mismo modo, incluye aquellas posiciones que aún no han sido creadas en otras empresas porque no saben que las necesitan. Incluso, puede abarcar esos proyectos personales que podrías emprender en paralelo a tu actividad profesional principal y en los que aún no has pensado.

En este sentido, la creación y el mantenimiento de una buena red de contactos es fundamental, ya que el 80% de los profesionales acceden a oportunidades ocultas gracias a ella (Pivotal London, 2023). Podemos pues concluir que el empleo oculto abarca tanto las posiciones presentes que no son visibles como aquellas futuras que aún nadie ha imaginado.

El 80% de los profesionales acceden a oportunidades ocultas gracias a su red de contactos

El desarrollo de nuevos proyectos en nuestra posición actual y dentro de la empresa puede abrirnos puertas hacia diversas oportunidades: horizontales, como asumir nuevas responsabilidades en áreas relacionadas; verticales, como avanzar a puestos de mayor jerarquía; incluso diagonales, que combinan elementos de ambas trayectorias para un crecimiento más integral. Si otra empresa nos identifica como la persona adecuada para enfrentar un desafío que no sabe cómo abordar, esto podría dar lugar a la creación de un puesto diseñado específicamente para nosotros, aprovechando nuestros conocimientos y habilidades únicas. Además, dedicar tiempo a proyectos paralelos, como crear una página web para divulgar nuestro campo de conocimiento, iniciar un negocio que no esté relacionado con nuestra actividad profesional principal, o participar en iniciativas comunitarias como el voluntariado, puede alinearse con nuestros objetivos personales y profesionales. Estos esfuerzos podrían traducirse en una oferta interna para nuevos roles, en ser reclutados por otra empresa que valore nuestra iniciativa, o incluso einspirarnos a emprender y escalar nuestro propio proyecto.

La importancia de la actividad paralela se refleja en datos recientes: el 40% de los profesionales planea montar su propio negocio en los próximos dos años, impulsados por la cultura del emprendimiento paralelo como una forma de diversificar ingresos y experiencias personales (Cash Store, 2023).

El 40% de los profesionales planea emprender en los próximos dos años

Además, para aquellos que sienten que carecen de aquellas habilidades que consideran esenciales para dar un paso adelante en su carrera profesional —un 46% de los trabajadores, según las estadísticas—, estos emprendimientos se convierten en una herramienta clave para el desarrollo profesional y la adquisición de nuevas competencias (Cash Store, 2023).

También es importante tener en cuenta que, aunque se habla mucho sobre la importancia de la gestión de la carrera profesional, en la mayoría de los casos se hace de manera superficial o incorrecta. A menudo, se confunde "gestión de carrera" con "ser activos en LinkedIn". Y aunque dar visibilidad a tu marca personal es una parte importante de la gestión de carrera, no lo es todo ni debería ser el punto de partida. Cualquiera con nociones básicas de comunicación sabe diferenciar entre "la forma" y "el fondo". Cuando hablamos de "forma", nos referimos a qué comunicar, cómo comunicar y dónde comunicar; mientras que el "fondo" es la sustancia, lo que realmente hay detrás. Por ejemplo, si actualizamos nuestro currículum llenándolo de exageraciones o falsedades para parecer candidatos ideales a una oferta de trabajo, es posible que pasemos las primeras cribas. Si además somos expertos "jugadores de póquer", puede que incluso lleguemos a ser contratados. Pero nueve de cada diez veces nos despedirán antes de que termine el periodo de prueba, porque no había un "fondo" que respaldara nuestra "forma".

El 61% de los trabajadores planea cambiar de empleo debido a la incertidumbre económica

La carrera profesional no se puede diseñar de forma exitosa a corto plazo: no habrá tiempo suficiente para desarrollar un fondo sólido. Es fundamental adoptar una visión a largo plazo. Pensar a largo plazo, operar a corto. ¿Qué queremos estar haciendo de aquí a diez años? Es una pregunta compleja y no necesita una respuesta excesivamente detallada, pero al menos debemos tener claro el rumbo. ¿Queremos llegar a ser altos directivos? ¿O preferimos una posición menos expuesta y con menos presión? ¿Cuánto queremos ganar y qué sacrificios estamos dispuestos a hacer en el camino? ¿Nuestro objetivo es emprender? ¿O quizás…?

Esta planificación a largo plazo es crucial, especialmente en un contexto en el que el 61% de los trabajadores planea cambiar de empleo debido a la incertidumbre económica. Esto subraya la necesidad de estrategias bien pensadas para garantizar estabilidad en la carrera profesional en tiempos de volatilidad (World Economic Forum, 2023; ResumeHead, 2023).

El 46% de los trabajadores utiliza proyectos paralelos para adquirir nuevas competencias

Una vez que tengamos una idea clara de cuál será nuestro horizonte, debemos ser realistas y hacernos una mirada autocrítica frente al espejo. ¿Qué nos falta para poder llegar ahí? ¿Formación? ¿Experiencia? ¿Habilidades? ¿Relaciones? ¿Qué tenemos que hacer para estar cada año un poquito más cerca?

Después de hacernos todas estas preguntas, necesitamos una hoja de ruta clara y realista. Roma no se construyó en un día. Paso a paso, con paciencia y flexibilidad. Paciencia, porque quien algo quiere, algo le cuesta. Es como aprender a tocar el piano: por mucho que corras, necesitarás al menos diez mil horas para ser más o menos competente, por mucho que te compres el piano más caro de la tienda. Hay cosas que solo se logran invirtiendo tiempo. Flexibilidad, porque el camino no será tal como lo imaginábamos. Algunas oportunidades que dábamos por sentadas nunca llegarán, y algunas puertas se nos cerrarán en la cara. Por otro lado, aparecerán oportunidades que no habíamos planeado, y tendremos que decidir si mantenernos fieles a nuestro plan o cambiarlo sobre la marcha. Y, tomemos la decisión que tomemos, nunca sabremos si era la correcta. Quizás creímos tener muy claro que queríamos ser emprendedores de éxito, pero en el camino hemos construido una destacada carrera en el ámbito corporativo, dejando ese sueño a un lado. Nunca sabremos si nos habría ido mejor o si nos habríamos estrellado. Pero si cada decisión que hemos tomado ha sido pensando en el largo plazo y operando en el corto, habremos sido coherentes y no tendremos nada de lo que arrepentirnos. Sin embargo, si solo nos hemos dejado llevar por la corriente, llegará el día en que no entenderemos cómo diablos hemos llegado hasta donde estamos.