La Xunta ha terminado este miércoles las obras de la primera fase de la estación intermodal de Santiago con la finalización de las de la pasarela peatonal que integra este complejo de transporte público.

Este miércoles se ha firmado el acto de recepción de las obras de esta pasarela, que conecta la nueva terminal de autobuses de Santiago con la estación de tren y que funcionará, además, como una nueva calle entre O Hórreo y Pontepedriña.

La Consellería de Infraestruturas resalta que superará así la barrera histórica entre dos barrios de la ciudad separados por las vías del tren.

La pasarela está formada por tres zonas representativas, una hacia la ciudad, otra que es zona central sobre vías y andenes y la de la estación de autobuses. Destacan en su estructura, según el departamento autonómico, la plataforma de hormigón y la estructura metálica porticada. Tiene un ancho que varía entre los ocho y 12 metros, una altura media de cinco metros y una longitud de vanos que va desde los ocho, a los 12 y 16 metros. Sobresale la cubierta con lucernarios y la fachada con diseño translucido.

El término de las dos intervenciones de la Xunta permite que la terminal de autobuses, que engloba el edificio de viajeros y las dársenas, inicie su explotación integrada en la intermodal.

Cláusula de viajeros

El traslado de la actividad a la nueva terminal queda pendiente solo de la formalización por parte del Ayuntamiento de Santiago de los contratos de los servicios necesarios para su correcto funcionamiento, como limpieza, seguridad o información.

Para completar la estación intermodal de Santiago es preciso, según recuerda la Xunta, que el Ministerio de Transportes elimine la cláusula de los 3,5 millones de viajeros y acometa las obras de la parte ferroviaria.