La actual configuración del Barrio de Galeras, en Santiago, gira alrededor del esqueleto del que hace treinta años era su centro neurálgico: el antiguo Hospital Xeral de Galicia, que a día de hoy sigue esperando por una segunda vida para su edificio principal, el único que aún sigue en pie.
Tras la apertura del Hospital Clínico, el cierre definitivo del Hospital Xeral en 1999 y la demolición de buena parte de su estructura en 2003, el barrio ha ido poco a poco recuperándose, con un carácter más residencial aunque sin el impulso económico que suponía el centro médico.
La Universidade de Santiago de Compostela (USC) vendió el edificio en 2017 a Asteriscos Real State, año en el que también se ampliaron sus usos: su planta baja permite usos comerciales, mientras que podrá contar con un aparcamiento subterráneo y usos residenciales en el resto del edificio.
La pandemia paralizó el inicio de cualquier actuación y, pese a que la semana pasada se despejó el escenario legal y se confirmó la ampliación de usos del hospital, el horizonte temporal para su vuelta a la vida todavía no está claro.
Origen
La primera piedra del Hospital Xeral de Galeras, concebido para sustituir al Hospital Real de la Praza do Obradoiro -actual Hostal dos Reis Católicos-, se puso en 1920. Sin embargo, su apertura definitiva no se produjo hasta 1953.
Basta con ver la imagen aérea de 1964 sobre estas líneas para percibir la influencia que tuvo la construcción de esta infraestructura: en la actual Rúa das Galeras, más allá de la Casa das Máquinas y el hospital, no había más que un par de edificios.
En 1993 se empezó a construir en A Choupana, junto al Hospital Gil Casares, el sucesor del centro de Galeras: el moderno Hospital Clínico de Santiago. Seis años después, el 3 de septiembre de 1999, este nuevo hospital abrió sus puertas y el de Galeras las cerró hasta nuestros días.
Actualidad
Tras su cierre en 1999, el Hospital Xeral comenzó una lenta agonía que también se trasladó al barrio, donde muchos de los locales nacidos para dar servicio a los usuarios del centro vieron cómo se desvanecía su principal fuente de ingresos.
En 2003 se procedió a demoler buena parte del hospital, dejando en pie tan solo lo que vemos a día de hoy: la zona más vieja, con las escalinatas y la fachada histórica.
Con los años, en el antiguo aparcamiento del hospital se construyó el bloque de edificios de Domingo García Sabell, donde también se encuentran las oficinas de la Seguridad Social, mientras que en la parte trasera se levantaron edificios residenciales de lujo y el nuevo Centro de Salud de Galeras.
La USC, titular del edificio, intentó venderlo durante años, aunque no fue hasta que el pleno del Concello de Santiago decidió ampliar sus usos cuando consiguió encontrar un comprador: Asteriscos Real State, que se hizo con él en 2017 por 7,1 millones de euros, pagados en varios plazos.
La modificación de usos del edificio del viejo hospital hace que, cuando sea reformado, pueda ser habilitado para usos comerciales en su planta baja y para usos residenciales en las demás, mientras que también podrá contar con un aparcamiento subterráneo.
Esta última circunstancia llevó a que la empresa propietaria del cercano párking La Catedral presentase un recurso contra esta modificación de usos, desestimado definitivamente por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) la pasada semana.
El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, manifestó después su voluntad de que, una vez clarificado el escenario legal, la operación "salga adelante", ya que "la imagen que da el edificio es penosa".
En todo caso, a día de hoy no hay ningún plazo para el inicio de las obras. La empresa propietaria del hospital, Asteriscos Real State, ha rechazado hacer declaraciones a este medio sobre los pasos a seguir tras esta resolución judicial.
Así, el horizonte temporal para el renacimiento del viejo hospital y el inicio de una nueva vida para el barrio sigue sin estar definido.