La asociación Abogados Cristianos ha presentado un recurso contencioso administrativo contra la Consellería de Cultura por el "derribo" del monumento dedicado a Juan Pablo II en el Monte do Gozo, en Santiago de Compostela, retirado el pasado mes de marzo por su avanzado estado de deterioro.

"Los gobernantes utilizan cualquier excusa para destruir monumentos cristianos: en este caso, la Junta dijo que haría una intervención para conservar y poner en valor el monumento y lo que ha hecho ha sido eliminarlo y dejar solo una placa", denuncia la presidenta de la asociación, Polonia Castellanos.

Así, la organización ha solicitado la nulidad de la resolución por la que se produjo la retirada del monumento y exige su restitución en su emplazamiento original. De no ser así, no descarta iniciar acciones penales contra el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al considerar que "la eliminación del monumento supone un ataque a los sentimientos religiosos".

Abogados Cristianos ha señalado que los argumentos de la Xunta de Galicia para retirar el monumento "los han utilizado para derribar cruces en otras localidades gobernadas por partidos de la izquierda radical".

También ha denunciado que el Gobierno gallego "permite que en la comunidad haya monumentos a líderes comunistas como el Che Guevara, en contra de las recomendaciones del Parlamento Europeo, mientras derriba símbolos cristianos, atentando contra la propia Constitución Española".

El monumento

Este monumento, una obra de la escultora brasileña Yolanda d’Augsburg Rodrigues, fue levantado a principios de los años 90 para conmemorar la visita a Santiago de Juan Pablo II en 1989 en el marco de la IV Jornada Mundial de la Juventud.

En lo alto del monumento destacan una gran cruz con una concha de vieira en el centro, así como cuatro placas conmemorativas, una en cada lado de la estructura, que representan al considerado como "el primer papa peregrino".

El monumento antes de su retirada (Santiago Turismo).

Lo cierto es que el paso de los años y la climatología no le sentaron bien al monumento, que se encontraba en muy mal estado, con la parte superior totalmente cubierta de óxido y con algunas losas de la estructura caídas.

Ante esta situación, y tal y como refería Abogados Cristianos, la Xunta trasladó su voluntad de llevar a cabo "una intervención para conservar y poner en valor los elementos artísticos del conjunto escultórico".

Finalmente, el monumento fue retirado el pasado mes de marzo, dejando tan solo las cuatro placas conmemorativas que se encontraban integradas dentro del conjunto.