Una de las obras más esperadas de Santiago ha sido por fin culminada. La humanización del Hórreo terminó ayer con la puesta en marcha de los semáforos y la apertura de todos los carriles de la carretera.

Las actuaciones, previstas inicialmente para cinco meses, duraron más de un año y su incidencia en el tráfico compostelano ha sido, como mínimo, una molestia para muchos, con numerosas retenciones. Ahora mismo están habilitados tanto los carriles bicis delimitados por luces como los dos por sentido para el tráfico habitual. Unas balizas que funcionan como semáforos actúan como reguladores entre vehículos y peatones, que ya estaban utilizando los pasos con normalidad antes de su instalación.

La humanización de esta vía es similar a las realizadas en Clara Campoamor y en Concheiros, estableciendo un espacio de convivencia entre todos los usuarios del vial. El único elemento por finalizar en esta obra son las actuaciones en la rotonda de San Pedro de Mezonzo demoradas por el suministro de materiales, algo que por otra parte no debería afectar a la circulación normal.

Incidencias similares es la que obligaron a esta mega actuación a retrasarse tanto en los plazos. El proyecto inicial comenzó en septiembre de 2021 con un presupuesto de más de 500.000 euros, y, aunque tenían previsto durar un plazo de cinco meses, tuvieron que ser paralizadas en abril de 2022 por falta de suministros, una vez ya pasada la fecha prevista.

Aunque las aceras y carreteras se terminaron durante el verano, las autoridades decidieron añadir nuevas señales y semáforos con los que ordenar el tráfico, algo que no estaba planteado en el producto inicial y que retrasó aún más la apertura oficial y la circulación normal.