Han pasado cinco décadas desde que Rodolfo Porto, más conocido como Cholo, se animó a emprender y a montar un pequeño negocio en San Marcos. Se trata de Talleres Cholo, que en los últimos años ha ido creciendo hasta situarse entre las empresas que más facturan de Santiago de Compostela y que este sábado celebra su 50 aniversario.

La relación de Cholo y la mecánica se remonta a hace más de seis décadas cuando, después de formarse en la Escuela de Artes y Oficios, empezó a trabajar en un taller en O Hórreo. "Alí cobraba un peso á semana", recuerda Rodolfo Porto. Dos años después, él y dos amigos decidieron que era el momento de cambiar de aires, así que hicieron las maletas y se fueron a probar suerte a Barcelona, donde había oído que "se gañaban moitos cartos". Y efectivamente, así era. "No ano 59 Barcelona era outro mundo, non era Galicia", señala.

Después de tres años en la ciudad Condal, tuvo que cambiarse de destino forzosamente para hacer el servicio militar. Le tocó desplazarse a Ceuta y lo recuerda como una experiencia "moi dura, que coincidiu co revuelo de Sáhara”. Después de la mili regresó a Compostela y a su trabajo como mecánico. Fueron años en los que tuvo muchas ofertas de trabajo, una de ellas como gerente de Pegaso en Vigo "que era como hoxe ser ministro" y donde aguantó una semana. ¿El motivo? La novia que dejaba en Compostela.

Talleres Cholo: de los inicios San Marcos hasta A Sionlla

Cuando en 1973 sus padres le dieron una finca en la cuesta de San Marcos no se lo pensó y montó su propio negocio, Talleres Cholo. “Empecei aí e mira onde estou agora, algo que non mo creo nin eu mesmo”, reconoce.

Y es que el modesto taller que reparaba coches en San Marcos ha derivado en la empresa de reparación de camiones y concesionario oficial de DAF. Una empresa que en 2023 facturó 19 millones de euros, que está conformada por una plantilla de 27 trabajadores y que desde este sábado amplia sus instalaciones, pasando de 6.000 a 10.000 metros cuadrados en el Polígono industrial de A Sionlla. "E seguimos medrando", afirma el artífice.

Instalaciones de Talleres Cholo en el Polígono de A Sionlla.

A pesar de todo lo que ha conseguido, Cholo no esconde que los inicios fueron difíciles y reconoce lo importante que fueron sus amigos y su familia. "Viña o guardia civil a pór bloques, o cura a facer a masa e os amigos a traballar gratis", rememora: "Pagáballe unha ración de pulpo e nada máis".

Cholo reconoce que se animó a montar su propio negocio porque se considerada buen mecánico pero recuerda lo difícil que fue empezar de cero, con muchas problemas, a veces impuestos por la propia competencia. "Tiven moitas trabas, pero eu miraba cara adiante”.

Además del trabajo diario en San Marcos, Cholo se recorrió España para arreglar averías. "Iba donde me chamaban", comenta: "Teño chegado a Bilbao, a Sevilla, a outros sitios de Andalucía…". Él solo preguntaba qué avería tenía el coche, cogía el material que necesitaba, y se lanzaba a la carretera. Sin mapas ni otra compañía que su propio vehículo. "Chamábanme porque solucionaba problemas e non sabía cobrar", explica. Esos viajes de un par de días, en los que dormía en el coche y se alimentaba de bocadillos, los repitió durante muchos años: "Foi onde empecei a gañar algo de cartos, porque naquel momento ninguén che deixaba un peso".

Y así, poco a poco, fue aumentando su negocio. Aunque no sería hasta una vez jubilado y con su hijo Ángel a cargo del taller, cuando pensó en crear las instalaciones que hoy se encuentran en A Sionlla. Llegó hasta a elaborar maquetas de esas instalaciones con las que solaba para explicarle su proyecto a los bancos, obteniendo siempre una negativa por respuesta. "Nadie daba un peso por isto, pero eu son terco", afirma.

Y en 2015 Talleres Cholo pasó a instalarse en el polígono de A Sionlla, siendo de las primeras empresas en llegar, y ocupando una superficie de 6.000 metros cuadrados que acaban de ser ampliadas.

Cholo Porto, junto a uno de sus camiones.

Negocio familiar

Jubilado desde hace más de diez años, Cholo Porto no falta ningún día al taller. "Ás nove menos dez xa estou aquí, dando exemplo". Ahora, el próximo proyecto que tiene en mente es conseguir que la tercera generación de los Porto entre a formar parte del negocio. Si bien dos de sus cuatro hijos trabajan ahí -Ángel Porto como gerente y María Porto como directora de calidad-, la ilusión de Cholo es que ahora sean los nietos los que se interesen por el taller.

De sus once nietos, uno ya está en A Sionlla, aunque con su propio negocio, Cholo Rent, una empresa de compra venta y alquiler de vehículos que este año facturó 12 millones de euros. Y para que el resto de nietos sigan el ejemplo, este verano va a montar "un campamento de verán cos netos aquí no taller" para intentar transmitirles su vocación por los hierros.

Con la mirada hacia atrás, Cholo no duda al preguntarle cuál ha sido el secreto de su éxito: "A profesionalidade e tratar sempre ben ao cliente". Este sábado, esos clientes y muchos amigos -se esperan unas 500 personas- se acercarán hasta A Sionlla para celebrar con él el medio siglo de vida de Talleres Cholo.