El pasado jueves 4 de julio el aeropuerto de Santiago-Rosalía de Castro registraba un aterrizaje no programado de un vuelo de Ryanair, que viajaba desde Liverpool a Tenerife. El motivo que obligó a la tripulación a desviarse de su ruta es que en avión viajaba un pasajero que, según explicó la propia compañía irlandesa, "se puso nervioso a bordo".
Ese mismo jueves, los controladores aéreos informaron en sus redes sociales que la tripulación había informado de que tenían un "pasajero conflictivo" a bordo, por lo que necesitaban desviarse a Santiago.
Días después, varias personas que viajaban en ese vuelo FR4346 han compartido a través de sus redes sociales vídeos del incidente. En la grabación, se observa cómo un pasajero golpea a un miembro de la tripulación en la cara cuando éste le impide abrir los compartimientos del avión.
A continuación, otro pasajero que presenciaba la escena le asestó otro puñetazo en la cara al individuo mientras varios azafatos intentaron maniatarlo. Finalmente el pasajero fue reducido y evacuado del avión, una vez aterrizó en Compostela.
Desde Ryanair han apuntado que el aterrizaje no se consideró de emergencia y que el avión fue recibido por la policía local a su llegada, "que retiró al pasajero antes de que el vuelo continuara a Tenerife".