Condenado un camionero de Santiago de Compostela por insultar, vejar y agredir a su pareja
El fallo recoge que el hombre se mostraba muy cariñoso con su pareja cuando se encontraba fuera pero cuando estaban juntos solían producirse "iracundas reacciones" por parte de él
22 julio, 2024 18:47La Audiencia Provincial de A Coruña ha ratificado la pena impuesta a un camionero residente en Santiago por insultar, vejar y agredir a la que era su pareja.
El Juzgado de lo Penal 1 de Santiago había condenado al hombre a un año de cárcel, 60 días de trabajos para la comunidad y 360 euros de multa, además de imponerle una orden de alejamiento de la víctima.
Según recoge el fallo ratificado, la mujer y el condenado iniciaron en 2018 una relación sentimental y fijaron su residencia en la casa de ella. Sin embargo, su convivencia no era contínua, dado que él era camionero de larga distancia y solía pasar toda la semana fuera de casa.
El tiempo que estaban separados, indica la sentencia, ambos se daban "muestras extraordinarias de amor" a través de mensajes instantáneos, algo que "contrastaba con la conflictiva relación de pareja los fines de semana que pasaban juntos" por "los constantes desplantes" de él para "irse de juerga con sus amigos" y los "desprecios" hacia ella.
Cuando la mujer le reprochaba esta actitud, "solían producirse coléricas reacciones" por parte del condenado, que echaba en cara a la mujer que "vivían de su trabajo", que "no valía para nada o que estaba haciendo una obra de caridad". Al día siguiente "solía disculparse y se comportaba como un buen compañero".
Además de "socavar su autoestima", el procesado "puso en marcha toda otra serie de estrategias para crear las condiciones idóneas" para que la mujer "dejase de hacer las cosas que solía y se fuese aislando con el fin de que acabase aceptando que lo mejor que podía hacer es ceder y vivir como él quería". En concreto, "procuró reducir sus relaciones tanto a través de contacto personal como a través de redes sociales", la "interrogaba" sobre sus actividades, la llamaba por teléfono para controlarla o profería "descalificaciones" contra sus amigos y familiares, además de pedirle que dejase su trabajo.
Entre las "iracundas reacciones" del hombre, la sentencia menciona una ocasión en la que, tras revisarle las redes sociales a ella, le envió unos audios desde Barcelona insultándola y vejándola, u otra ocasión, en la que ella tenía programado un viaje con unas amigas a los San Fermines. "Te quieres ir por ahí cuando dependes del dinero que yo gano, no vales nada, eres una mierda", la insultó el hombre, que logró finalmente que cancelase el viaje.
El 18 de agosto de 2018, el hombre llegó a la vivienda en estado ebrio y se tumbó en el sofá en que estaba ella, "dándole un golpe en el vientre al estirar las piernas, y, tras recriminárselo ella, le dio otro más fuerte, para a continuación ponerse a dormir pese a las lamentos de ella".