En septiembre de 2019, Borja Verea Fraiz (Santiago, 1980) asumía la tarea de presidir la gestora del Partido Popular de Santiago tras la marcha de Agustín Hernández. Un año después dejaba su despacho en San Caetano -donde ocupaba el cargo de secretario xeral técnico en la Consellería de Economía, Empleo e Industria- para entrar en el Parlamento de Galicia como diputado autonómico.
En mayo de 2022, la militancia lo eligió como presidente del PP de Santiago con un 98,9% de los votos. Un año después, en mayo de 2023, Verea se presentó como candidato popular a la alcaldía de Santiago. Fue la lista más votada y obtuvo 11 de los 25 concejales -a dos de la mayoría absoluta y tres más con respecto a los comicios de 2019-, pero no fue suficiente para obtener el bastón de mando de Raxoi.
El pasado mes de febrero volvió a formar parte de la lista de los populares por A Coruña al Parlamento gallego, esta vez en el quinto puesto frente al undécimo que ocupaba en 2020. Cinco años después de aterrizar en la primera línea de la política local, Verea es diputado autonómico y portavoz del PP en el Concello.
El gobierno de coalición BNG-Compostela Aberta (CA) cumplió su primer año. ¿Qué valoración hace?
Creo que queda claro que es un gobierno continuista que sigue las mismas políticas que el Partido Socialista y que Compostela Aberta. Lo que hacen es turnarse las alcaldías y ser socios entre ellos. Es lógico que no se notara ningún cambio, ningún avance en transformación de la ciudad. La única opción real de cambio de futuro que hay en Santiago somos nosotros, el Partido Popular. Es en lo que trabajamos día a día y lo que intentamos trasladar a la ciudadanía, que nos queda ese poco para conseguir la mayoría absoluta, pero que ese poco va a suponer la transformación real de la ciudad.
"Queremos gobernar y ser un gobierno útil. Pero antes tenemos que demostrar que somos una oposición útil"
Borja Verea
¿Cómo valora el trabajo que ha realizado el PP en la oposición durante este año?
Tenemos claro que queremos gobernar la ciudad y si conseguimos la confianza de los ciudadanos, vamos a gobernar y ser un gobierno útil. Pero antes tenemos que demostrar que somos una oposición útil. Y eso es a lo que nos dedicamos día a día. Yo creo que el que siga la política local en Santiago, no le queda dudas de que en el último año todas las propuestas e iniciativas las pusimos nosotros, yendo incluso por delante del propio Gobierno. Ahí están las medidas en materia de vivienda, movilidad, internacionalización económica y cultural... Incluso nos sorprendió que en muchas ocasiones el propio gobierno del BNG nos dijese que nos estábamos pasando con demasiadas medidas.
Uno de los temas que más controversia está generando en los últimos meses es el relacionado con el turismo. ¿Qué opina al respecto?
Santiago es una ciudad que nació hace mil años para recibir gente. Está en nuestro ADN ser una ciudad amable y acogedora, una ciudad que entiende, comprende y tiene en su propia esencia recibir visitantes. Es cierto que hay problemas puntuales, en días puntuales, en sitios puntuales y en horas puntuales. Hay que trabajar para corregir esas deficiencias, pero lo que no se puede hacer y es una auténtica irresponsabilidad es convertir toda tu política de gobierno en que el visitante es enemigo de Santiago.
¿Ve turismofobia en las medidas que llevan a cabo desde el Gobierno local?
Es una realidad. Simplemente escuchando sus ruedas de prensa semanales, se dedican a atacar, criticar y convertir al visitante en enemigo. Cuando todo tu relato político, todas tus iniciativas de gobierno en materia turística son simplemente criticar o inventar enemigos donde no los hay, sin duda estamos ante un gobierno turismofóbico.
En las últimas semanas hemos visto varios casos de turistas que han dañado el patrimonio de la ciudad. ¿Qué medidas se deben tomar en estos casos?
Esos visitantes, maleducados, tienen que ser sancionados. Aquí no se puede venir a dañar el patrimonio y en eso hay que tomar medidas serias y contundentes. Nosotros ya anunciamos muchas, la primera y fundamental es poner y activar cuanto antes las cámaras de grabación. Tenemos cámaras por la ciudad que no están grabando, así va a ser imposible detectar a estos vándalos. Contra estos hechos puntuales, contra estos excesos que no debemos permitir, hay que actuar con toda la contundencia, independientemente de seguir defendiendo lo que somos: una ciudad abierta, universal y amable.
"Votamos en contra de las VUT porque es la peor medida que se puede tomar en Santiago"
Borja Verea
El pasado mes de junio se aprobó la ordenanza de las viviendas de uso turístico (VUT). ¿Por qué votaron en contra?
Lo que se aprobaba que no era la prohibición de las viviendas de uso turístico, sino todo lo contrario, una barra libre de VUT. La ordenanza daba luz verde a que cualquier piso, vivienda o propiedad en Santiago, excepto en el casco histórico, durante 60 días al año pueda ser una vivienda de uso turístico.
Esa medida va a arrasar con el mercado residencial y con el mercado de alquiler porque éste tiene que ir enfocado prioritariamente a las familias o al alquiler durante 12 meses al año. Si lo que estamos defendiendo es que durante dos meses al año cualquier piso de esta ciudad pueda ser VUT, no se está arreglando el problema residencial fijo. Por lo tanto, por supuesto que votamos en contra porque entendemos que es la peor medida que se puede tomar en Santiago para defender el mercado de alquiler tradicional.
Precisamente en esa votación fue evidente la división interna del PSOE compostelano. ¿Cómo afecta esto al Gobierno local de Santiago? ¿Y al PP?
El Partido Socialista cometió un grave error al inicio de este mandato. Decidió darle el Gobierno de la ciudad con una carta en blanco, sin ningún tipo de condición, a un partido que tiene seis concejales de 25. A partir de ahí nacen esos problemas internos dentro del PSOE. Si hubiera dejado gobernar al partido que ganó las elecciones, hoy el PSOE sería alternativa de gobierno porque sería la oposición real. Pero al darle la Alcaldía a un partido en minoría, lo que hizo fue directamente desaparecer del escenario político porque no es alternativa ni está en el gobierno.
"La tasa turística bien diseñada, con consenso y objetivos claros, es una buena medida para Santiago"
Borja Verea
En breve, Concello y Xunta empezarán a debatir la tasa turística de Santiago. ¿La apoyarán?
La tasa turística bien diseñada, con consenso y con objetivos claros, es una buena medida para Santiago. Y así lo trasladó también la propia Xunta, que está dispuesta a dar luz verde a la tasa turística. Ahora lo que se trata es de trabajar en un buen diseño y para nosotros hay varias prioridades. En primer lugar, ¿a qué se van a destinar esos fondos? Se está hablando de dos o tres millones de euros que puede recaudar la ciudad y que en la propuesta del BNG se dice que se pueden destinar a lo que ellos quieran. Eso ni nos convence ni nos gusta, la recaudación tiene que ir destinada a mejorar la limpieza, la seguridad y los servicios públicos de Santiago.
Otra cuestión es que entendemos que donde se tendría que focalizar la tasa turística es sobre todo en el excursionista, en el que viene durante pocas horas a la ciudad. Y esto se puede hacer a través de tasas a los que llegan en autobús a la ciudad o a través de las dársenas.
Otra de las medidas aprobadas recientemente es la suspensión durante un año de licencias para abrir nuevos comercios turísticos en la zona vieja. ¿Qué le parece?
Únicamente saben prohibir: prohíben pisos turísticos, restaurantes, cafeterías, tiendas de souvenir... Nosotros proponemos medidas en la línea contraria, de incentivar y volver a oxigenar el casco histórico. No entendemos que las prohibiciones vayan a ayudar a resucitarlo, sino todo lo contrario, van a acelerar su decadencia. Cualquiera que dé un paseo por la zona vieja, cada vez ve más edificios en ruinas. Y esto es consecuencia de las políticas de prohibición que ya puso en marcha CA, las incrementó el PSOE y ahora las vuelve a acelerar el BNG.
Ese no es el camino para tener un casco histórico habitable y con vida real. Donde ahora hay un edificio en ruinas, aprovechando la riqueza que genera la hostelería o las VUT, se podría rehabilitar vivienda residencial. Si lo que hacemos es prohibir, simplemente estamos cerrando la puerta a proyectos, iniciativas y riqueza que nos ayude a mejorar ese casco histórico.
Uno de los principales problemas del casco histórico es atraer a vecinos para vivir ahí. ¿Cómo se puede incentivar?
No prohibiendo y haciendo todo lo contrario, es decir, reactualizar y modernizar la normativa del casco histórico para que la gente pueda vivir ahí con la calidad de vida del siglo XXI. Para eso necesitan medidas completamente contrarias a las que se llevan tomando en Santiago. Si además de impedir que la gente venga al casco histórico, lo que hacemos es prohibir cualquier actividad económica, la consecuencia es evidente y la estamos viendo todos: la decadencia absoluta de nuestra zona vieja, porque ni va a venir gente ni se van a abrir negocios.
"El principal responsable de la política de vivienda es el alcalde y el Concello"
Borja Verea
El problema de la vivienda existe en toda la ciudad, con los compostelanos obligados a mudarse a los municipios vecinos ante la imposibilidad de residir en Compostela. ¿Cómo se puede revertir?
Lo primero es reconocer que lo hicimos mal. Solo hay que escuchar a PSOE, CA y BNG diciendo que ellos no tienen competencias en materia de vivienda. Con esa frase poco queda por esperar del actual gobierno. Nosotros decimos todo lo contrario, el principal responsable de la política de vivienda es el alcalde y es el Concello porque tiene las competencias urbanísticas para decidir dónde se construye, cuánto se construye, cómo se construye o cómo se puede rehabilitar.
Si no modificas toda esa normativa, lo que estás diciendo es bueno, estamos bien como estamos y que la gente se siga marchando de la ciudad. En nuestro programa de gobierno tenemos muchas medidas en la línea de que se permita construir y rehabilitar más y mejor. Y también medidas más inmediatas en materia de alquiler, como ese bono alquiler para facilitar el acceso a la vivienda a familias jóvenes, a personas mayores o a personas en situación de riesgo social.
Ahora, la Xunta va a poner en marcha un programa muy ambicioso de construcción de vivienda pública. Va a tener que ser un gobierno del PP -en este caso en la administración autonómica- el que ponga en marcha medidas de vivienda pública en la ciudad. Porque los gobiernos de BNG, CA y PSOE ni están ni se les espera en políticas de vivienda.
Otro de los grandes retos para esta legislatura es desbloquear la operación Peleteiro. ¿Está a favor del proyecto que defiende la alcaldesa?
No se conoce el proyecto de la alcaldesa, por lo tanto, es muy difícil defenderlo. Antes de la campaña decía una cosa y después de acceder al gobierno dice todo lo contrario. Nosotros tenemos que ser serios, claros y transparentes. Y nuestro proyecto para la parcela Peleteiro es público y conocido. Queríamos llevar a cabo la mayor transformación del Ensanche en los últimos 25 años recuperando muchos de esos metros cuadrados de construcción para destinarlos a instalaciones comunitarias, deportivas, culturales, piscina, gimnasio, biblioteca, teatro, parque público o pistas deportivas. Queríamos convertir la parcela de Peleteiro en el nuevo corazón del Ensanche y en su nuevo motor de recuperación ya que al igual que el casco histórico, lleva unos muchos años en una importante decadencia.
Vimos como recientemente Xunta y Concello llegaron a un acuerdo sobre el parking del CHUS, un proyecto en el que usted insistió bastante durante campaña.
Ser una oposición útil no es solo fiscalizar o criticar, que también es muy importante, sino sobre todo poner medidas sobre la mesa y que la gente pueda ver cómo gobernaríamos en el caso de llegar a la Alcaldía. Y un buen ejemplo es el aparcamiento del Clínico. Cuando presenté esa medida recibí menosprecios porque eso era una 'ocurrencia' que 'no se iba a hacer nunca'. Un año después, el Gobierno del BNG asume como la mejor medida para la ciudad ese aparcamiento dentro del recinto hospitalario que llevábamos en el programa.
Es una manera de construir ciudad y de la que estamos muy contentos. Podría decir otra también muy importante, la conexión peatonal y ciclista entre Milladoiro y Santiago. Todo eran risas y chistes porque 'nunca se iban a invertir 12 millones de euros en Santiago' y hoy no es solo que sea un plano, es que está ya en ejecución y a punto de terminarse. Sin duda, una de las inversiones más importantes para el futuro de la ciudad.
¿Podría pasar lo mismo con su proyecto para Virxe da Cerca?
Tenemos antecedentes de dos proyectos que todo el mundo decía que eran inviables y que no se iban a hacer y uno ya está terminándose y el otro se va a poner en marcha. Si desde la oposición fuimos capaces de conseguir estos dos grandes proyectos, que se imaginen los ciudadanos de Santiago lo que seríamos capaces si gobernásemos.
"Cedimos y estuvimos en el Alba de Compostela por respeto a los premiados, que son vecinos, y por respeto institucional"
Borja Verea
Hablaba antes de la importancia de hacer oposición útil. ¿Un ejemplo sería la asistencia del grupo popular al Alba de Compostela, acto con el que han sido muy críticos?
Fue un gran gesto de generosidad por nuestra parte, porque no queríamos ese acto el día 25. Entendimos también que el sectarismo y la obcecación del gobierno del BNG no iba a cambiar de día el acto. Por lo tanto, cedimos y estuvimos en el acto del Alba de Compostela por respeto a los premiados, que son vecinos, y por respeto institucional. Creo que es un buen retrato de lo que pasa hoy en Santiago: tenemos una oposición o un futuro gobierno, el PP, que está en todos los actos representando a los ciudadanos; y tenemos a un gobierno y a una alcaldesa del BNG que solo está en sus actos y que, por lo tanto, solo gobierna para los suyos.
Además de ser portavoz del PP, es diputado autonómico. ¿Cómo compagina estar en O Hórreo y en Raxoi?
Es una oportunidad de tener dos tribunas para defender los intereses de Santiago. Es un camino que inicié hace cuatro años y que los vecinos entendieron como válido porque sigo siendo diputado y, contra todo pronóstico, rozamos esa mayoría absoluta en el Concello. Voy a seguir haciendo exactamente lo mismo, que es trabajar 24 horas, siete días a la semana, pensando en los intereses de todos los ciudadanos.
¿Qué le reclama a la Xunta para Santiago?
Más que reclamarle a la Xunta, lo que le pido al Gobierno de Santiago es que deje de utilizar la institución, la Alcaldía, como un arma de enfrentamiento a otra administración, en este caso la Xunta, simplemente porque esté gobernada por el PP. El Gobierno gallego está demostrando día a día el compromiso con la ciudad, que es la capital de Galicia, simplemente hay que ver las inversiones que están ya en marcha. Y además, me gustaría destacar la lealtad institucional del presidente Alfonso Rueda con la ciudad, porque ante medidas que venían solicitadas por parte del Gobierno y que en un principio podían estar más o menos de acuerdo, se están aceptando y se van a poner en marcha, como es el incremento del Estatuto de la Capitalidad.
¿Cuáles considera que son las principales urgencias que tiene por delante Santiago?
El principal problema que tiene hoy la ciudad es la política de vivienda, hay un problema gravísimo de falta de vivienda en Santiago que afecta a la propia esencia de la ciudad. En segundo lugar, la movilidad, solo hay que ver cómo están los autobuses, las líneas de conexión de transporte público, la problemática de los taxis o el caos absoluto de tráfico en la ciudad.
Pero también la internacionalización y la diversificación económica en una ciudad que tiene tanta dependencia del turismo. Eso se consigue a través de la captación de inversiones, pero hay que trabajarla y tienes que ser una ciudad preparada para captar y recibir inversiones, que tampoco es una prioridad de este gobierno. Y, como no, las medidas en materia de política social, siendo una ciudad amable para la infancia, para las familias y los mayores.