Un vuelo de Ryanair que este miércoles cubría la ruta entre Barcelona y Oporto se convirtió en una auténtica odisea para sus pasajeros. Decenas de personas que iban en ese avión han compartido en redes sociales su enfado y frustración por la situación vivida. 

Según narran los protagonistas, el vuelo fue desviado al aeropuerto de Santiago, donde, tal y como les comunicó la compañía, debería haber autobuses para cubrir el trayecto restante hasta Oporto.

Sin embargo, una vez en la terminal compostela, se encontraron con que no había autobuses ni taxis, lo que generó un fuerte malestar entre las más de 200 personas que viajaban a bordo. "¿Por qué nos habéis traído en avión a Santiago de Compostela con la falsa promesa de autobuses a Oporto y, cuando llegamos, nos habéis dicho que no hay autobuses y que debemos coger taxis a Oporto y reclamar el dinero?", se pregunta uno de los viajeros afectados.

Otra de las pasajeras explicaba en sus redes socailes que el vuelo despegó de Barcelona con retraso y que en un primer momento fue redirigido a Lisboa, desde donde se continuaría el viaje hasta el destino final en autobús. "10 minutos después nos dicen que se desviará a Santiago de Compostela porque estaba más cerca y el viaje en los autobuses concertados duraría menos tiempo", relata la afectada.

Pero una vez en Lavacolla, se encontraron con que no estaban los autobuses prometidos. "Una hora después, el personal de tierra nos dijo que los autobuses nunca iban a venir porque era imposible organizarlos allí, en medio de la nada".

Sin hoteles ni trenes para regresar a Oporto, finalmente esta viajera explica que pudo regresar a su casa "gracias a la amabilidad de unos desconocidos", que le ofrecieron compartir un taxi, que costó "420 euros".

"Este vuelo debería haber sido cancelado o redirigido a un lugar donde la gente tuviera opciones, no a un lugar en medio de la nada", comenta, enfadada.

Un segundo vuelo afectado

Este no fue el único vuelo afectado, ya que otro avión de Ryanair, que cubría la ruta entre la ciudad irlandesa de Belfast y Oporto también terminó desviándose a Lavacolla. 

"Genial que te abandonen en el aeropuerto equivocado, a las 01:30 horas, a 240 kilómetros de tu destino", expresaba, enfadado, otro pasajero, que explica que también le había prometido autobuses.