Las fiestas son un clásico de los veranos gallegos. Cuando las temperaturas comienzan a subir, la agenda de ocio también comienza a crecer y aburrirse es algo prácticamente imposible en Galicia. Decenas de municipios celebran en temporada estival verbenas nocturnas hasta altas horas de madrugada, festivales de música (algunos de ellos gratuitos) y espectáculos de teatro para los más pequeños de la casa.
Pero no nos podemos olvidar de la gastronomía, la otra gran protagonista de las fiestas. Nuestra comunidad recibe cada año la visita de miles de personas de diferentes puntos del país y de otras partes del mundo para conocer playas paradisiacas, increíbles paisajes verdes y auténticas joyas arquitectónicas, pero también para descubrir una cocina típica que poco o nada tiene que envidiar a otras.
Se subastan pezuñas de cerdo
Los productos del mar tienen mucha presencia, pero por todos es conocida la calidad de las carnes en Galicia y un barrio de Santiago de Compostela celebra todos los años una insólita fiesta -que gira en torno a la figura del cerdo- que no te imaginas. Se trata de la Fiesta de la Uña y la actividad más llamativa de la programación es la gran subasta de pezuñas y otras piezas ofrecidas a San Lázaro.
Coincidiendo con el quinto domingo de Cuaresma, también llamado Domingo de Lázaro o Domingo de Pasión, que da paso a la Semana Santa con el Domingo de Ramos, el barrio compostelano de San Lázaro celebra durante tres jornadas una de sus fiestas religiosas y gastronómicas más tradicionales: la Fiesta de la Uña.
La celebración incluye cada año en su programación diversos oficios religiosos en honor a San Lázaro, patrón de los carniceros y el Santo más venerado de Cuba, y varias degustaciones del plato más típico de la Fiesta de la Uña: uñas (manitas de cerdo) con bertones de col, servidas habitualmente con chorizo y patatas.
Pasacalles, sesiones vermú, actuaciones musicales, verbenas a cargo de importantes orquestas gallegas y alboradas completan la programación de las fiestas. Sin embargo, el evento que más llama la atención de vecinos y turistas es la gran subasta de pezuñas y otras piezas del cerdo. Este 2024 se celebró el último día de fiestas y la jornada también estuvo amenizada por París de Noia.
Sin duda, las fiestas del barrio de San Lázaro son un atractivo más de la capital gallega que merece la pena conocer y, por supuesto, vivir en primera persona.