Pintadas en la Catedral, baños improvisados en la fuente de Praterías o un picnic en la dársena de Xoán XXIII son algunos de los comportamientos incívicos registrados en Santiago de Compostela a lo largo de los últimos meses.
Con el fin de actuar contra este tipo de actitudes, el Concello de Santiago ha contratado un servicio de consultoría con la Cátedra de Derecho Local para elaborar la propuesta de texto de la nueva ordenanza de convivencia. Así lo ha anunciado este lunes la portavoz del Gobierno local, Míriam Louzao, quien ha señalado que "a mellor fórmula para garantir o respecto polo espazo público e a preservación da convivencia entre todos os intereses que nel conflúen é a educación".
Louzao ha destacado las campañas llevadas a cabo como Fala baixiño o Fráxil, pero ha insistido en la "necesidade de contar cunha norma clara e máis detallada que funcione como código de conduta e que facilite o labor policial alí onde sexa necesario".
La concejala ha explicado que las ordenanzas actuales únicamente recogen las cuestiones referidas al ruido y al uso de altavoces. "Todos os demais comportamentos que poden xerar algun tipo de problema na convivencia ou no coidado ao patrimonio non están recollidos".
Entre las cuestiones que no están recogidas en las ordenanza, ha destacado las relacionadas con el cuidado del patrimonio así como el correcto uso de los espacios -para evitar, por ejemplo, pícnics fuera de zonas verdes y en espacios como la Praza do Obradoiro-. "Parecíanos importante darlle ese marco normativo para que a policía poida seguilo", ha remarcado Louzao.
La portavoz también ha insistido en la necesidad de concienciación, apuntando que "a maior parte das veces a xente non é consciente de que pode estar facendo un dano".
En las próximas semanas se abrirá una consulta pública y la propuesta del texto debe estar lista en tres meses a partir de la notificación de la adjudicación.