Colas para acceder a la Catedral de Santiago el pasado sábado.

Colas para acceder a la Catedral de Santiago el pasado sábado. Cedida

Santiago

Colas durante horas para asistir al recital de piano de cristal en Santiago: "Es una vergüenza"

Decenas de personas han compartido su malestar después de estar varias horas haciendo colas y no conseguir acceder al completarse el aforo. La pianista ha pedido disculpas y espera repetir "próximamente" el concierto

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El pasado sábado la Catedral de Santiago acogió un concierto único en España. La artista japonesa Mine Kawakami tocaba, por primera vez en nuestro país, el exclusivo piano de cristal KAWAI CR-M1, un modelo del que solo existen cuatro en el mundo. El recital era a las 21:00 horas en la nave central de la Catedral y la organización decidió que la entrada fuera gratuita hasta completar aforo.

Esto animó a muchos compostelanos a acercarse para disfrutar de esta singular experiencia y la expectación fue tal que horas antes ya había colas para acceder al interior de la Catedral.

Sin embargo, la organización del evento causó malestar entre varios de los asistentes. "Después de haber esperado una hora y media, estando a metros de la entrada, seguridad nos dice que ya se había completado el aforo de 600 personas, cuando delante de mía habría unas 100 o 200 personas como mucho", relata a Quincemil una de las afectadas.

"Es una vergüenza", continúa esta persona, que explica que había colas de "unos 600 metros", que llegaban hasta la praza de Praterías y praza da Quintana. "La gente estaba enojada, se quedó protestando y pidiendo explicaciones, que evidentemente no van a tener".

La pianista pide disculpas

La artista japonesa Mine Kawakami ha pedido disculpas "muy sinceramente" a todas las personas que no pudieron acceder al concierto. Poco antes de finalizar su programa musical, la pianista se dirigió al público asistente y lo "hizo partícipe de su aflicción por esta causa mostrando su pesar".

Kawakami, que vive en Santiago la mitad del año, confía en repetir próximamente el concierto y poder compensar en cierta forma a las personas que quisieron escucharla.