Las cosas de palacio van despacio, y si se trata de poner en marcha un hotel de cuatro estrellas con todo lujo de detalles que ponga en el mapa turístico gallego a Oleiros, la espera puede estar justificada.
Yago López, gerente del nuevo hotel, confirma que a mediados de mayo, quizás en torno al festivo de las Letras Galegas, esperan abrir las puertas. Ya han recibido las primeras solicitudes de reserva, para los meses de junio y julio, a través de una web que da pocas pistas por el momento. “Sorprende que la gente esté reservando a ciegas”, dice aludiendo a que hasta el momento no se había publicado ninguna fotografía. López confiesa que muchas de las reservas son de personas vinculadas al lugar, que quieren disfrutar de un sitio que ya saben que “es especial”. Otras reservas, asegura, se hacen para sorprender a familiares a modo de regalo.
Aunque no se arriesga a dar una fecha para el esperado evento de inauguración, indica que se priorizará el poder alojar a los primeros huéspedes y cuando haya “un rodaje de un par de semanas”, hacer la convocatoria pública. “Con 32 habitaciones, nuestra apuesta es por la calidad, no por cantidad”, insiste. Queda claro que quieren escapar de la experiencia estándar: “somos un hotel independiente y queremos ofrecer una experiencia única y muy auténtica”.
Ultimando detalles
El suministro de agua y electricidad ya está concedido, y el equipo de trabajo prácticamente cerrado. “Queremos que sea gente local, que actúen como verdaderos embajadores del lugar”. En 15 días se empezará a trabajar desde las nuevas instalaciones para la última puesta a punto. Apenas faltan pequeños acabados en las habitaciones, y completar el mobiliario de la planta baja.
En el diseño de interiores, ha primado la sencillez. Todo el protagonismo será para el mar y el castillo, de los que se aprecian unas vistas inmejorables desde cada una de las 32 habitaciones con las que contará finalmente el nuevo espacio hotelero. “Decidimos sacrificar el hecho de disponer de alguna habitación más para que todas ellas pudiesen contar con terraza y vistas al mar”, destaca López. Desde la más barata a la más cara, ninguno de los huéspedes que se aloje en ‘el Noa’ se quedará sin la oportunidad de despertar con vistas a la bahía.
Dinamizar el entorno
“Aspiramos a que el edificio sea un dinamizador del turismo y el empleo en la zona”, señala el nuevo gerente, apuntando a los servicios que ofrecerá el nuevo hotel Boutique. Habrá una sala de reuniones, y lo que iba a ser un pequeño gimnasio, ha duplicado finalmente su tamaño. “Queremos que la gente del entorno también pueda usar las instalaciones”, en las que se ofrecerán servicios como Spa y entrenamiento personalizado en su Wellness Club. La joya de la corona es la piscina de agua caliente en la terraza del último piso, desde la que da la impresión de poder “volar” al Castillo de Santa Cruz.
En los fogones estará Carlos Cordero, el chef del restaurante Casa Paquita de Bastiagueiro, con el que se espera crear sinergias para ofrecer a los huéspedes y visitantes una oferta gastronómica de calidad. Seguirá su línea de recuperación de sabores, una tradición renovada en un espacio innovador. En palabras de López, “la cocina del hotel es un ‘Ferrari’, se ha invertido mucho, por lo que se podrán ofrecer nuevas posibilidades técnicas, siempre con preferencia por los productos de temporada”.
Algo que cuaja con su apuesta por una filosofía de sostenibilidad que impregna el nuevo hotel, desde su construcción hasta lo que se pone sobre la mesa, que según se puede adelantar, provendrá en la medida de lo posible de productores locales.
Para eventos, han solicitado una licencia para 220 personas. Aunque “preferiblemente no llegaremos al límite del cupo porque lo que queremos es que la gente esté cómoda”. En caso de grandes eventos, “se sugerirá el alquiler del hotel al completo para poder garantizar una atención de la máxima calidad”. Seguro que ya habrá a quien se le estén ocurriendo excusas para ir a celebrar algo especial.