Tamara Botana, directora de Lémbrate.

Tamara Botana, directora de Lémbrate. Quincemil

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Lémbrate: La unidad de memoria que ayuda a frenar el deterioro cognitivo en A Coruña

El centro coruñés ayuda a cultivar capacidades como memoria, lenguaje, cálculo y atención a diferentes perfiles: desde personas sanas a otras a partir de 60 que quieren mantenerse activas, ancianos con deterioro cognitivo o pacientes con daño cerebral adquirido

5 agosto, 2020 06:00

Lémbrate Unidade de Memoria (calle Rey Abdullah, 10) aterrizó en A Coruña en 2014 debido a la necesidad de disponer en la ciudad de un centro activo dedicado única y exclusivamente a trabajar las áreas cognitivas (memoria, lenguaje, cálculo, atención…) y que hasta aquel momento sólo existía en Santiago de Compostela.

Los profesionales del centro, que atiende actualmente a decenas de personas con terapias no farmacológicas (sin medicación), ofrecen ayuda en diversos aspectos a diferentes públicos: personas sanas que quieren mejorar alguna de sus capacidades cognitivas por necesidades personales, personas con algún deterioro cognitivo adquirido (un ictus, un golpe fuerte en la cabeza a causa de un accidente…), personas a partir de 60 años que quieren seguir fomentando sus capacidades una vez transcurrida su etapa laboral y pacientes con enfermedades neurodegenerativas (párkinson, alzheimer, daños por adicciones…).

La directora y fundadora del centro, Tamara Botana, cuenta que en sus inicios en Lémbrate se limitaban a hacer prevención y rehabilitación cognitiva, pero hace hincapié en que el gran espacio que ocupa el local (300 metros) le ayudó a ir más allá y amplió la oferta poniendo sobre la mesa la posibilidad de disponer de todos los servicios que sus usuarios pueden necesitar, por lo que en Lémbrate trabajan un nutricionista, una fisioterapeuta o un podólogo.

En cuanto a las personas con deterioros cognitivos leves, Botana advierte que "con el tiempo se van volviendo dependientes", por lo que también ofertan servicios orientados a la unidad familiar en los que prestan apoyo al cuidador de las personas enfermas atendiendo sus dudas y consultas en todo momento ya que disponen de servicio de consulta telefónico y por whatsapp. A su vez, también colaboran con los familiares de las personas afectadas en temas relacionados con la Ley de Dependencia o la petición de bonos de ayuda.

"Concepción holística del paciente"

Botana apunta que en Lémbrate tienen una "concepción holística" de sus pacientes, ya que les ven "como un todo". "Queremos ser una unidad de memoria con servicios de salud integral y trabajar de forma multidisciplinar con gente que no sólo tiene problemas cognitivos y de equilibrio o que tiene que llevar una dieta especifica o limitaciones físicas por problemas de la edad. Queremos trabajarlo todo, lograr un equilibrio", detalla la directora.

La profesional deja claro que desde hace tiempo lucha porque la gente se convenza de que es clave cuidar el cerebro. "Cuidar lo que se come o ir al gimnasio es importante pero para la mayoría de la gente el cerebro es el gran olvidado. Si alguien está muy bien de cuerpo y el cerebro no le manda las órdenes no vale de nada", ejemplifica. A su vez, la directora reconoce que parte de los usuarios del centro "van por prevenir y no esperan a que haya un problema".

"Es importante mantenerse activo y fomentar la reserva cognitiva que tiene cada uno y cuanto más trabajada esté más difícil es tener problemas de deterioro y en el caso de tenerlos nos afectarán menos", explica Botana, que al mismo tiempo admite que siempre confió en el buen funcionamiento del centro debido a que en la ciudad herculina "hay muchos centros de día" pero alega que este servicio no cubría las necesidades de personas que se quieren mantener activas o que empiezan con deterioros cognitivos leves y que "no querían estar todo el día en un centro de día o muchas horas acompañados, por ejemplo, de gente con problemas de conducta", señala.

Durante la cuarentena tuvieron que reinventarse ya que el teletrabajo en un centro como Lémbrate donde la mayoría de los usuarios son mayores es complicado. Debido a esto ahora ofrecen terapias presenciales, que pueden ser individuales o en grupos muy reducidos (de hasta cuatro personas) o a domicilio. Los servicios son de una hora de duración y los usuarios, según la responsable del centro, suelen ir dos o tres veces a la semana, además de que no les descuidaron durante la cuarentena ya que idearon cuadernos para que pudieran seguir manteniéndose activos desde casa además de habilitar un canal de youtube con ejercicios.

Actividades según las necesidades

En Lémbrate, dependiendo del perfil del usuario se realizan diferentes actividades. En cuanto a personas sanas, la directora comenta que se ofertan métodos de mejora en cálculo, memoria, orientación o atención. Según la responsable de Lémbrate, estas habilidades son importantes para usuarios que trabajen de comerciales ya que deben tener bien desarrollada la habilidad comunicativa o para opositores que deben cultivar la atención y concentración, algo que se fomenta por ejemplo con reglas Mnemotécnicas.

Los usuarios a partir de los 60 años "sin deterioros pero que quieren prevenirlos antes de que aparezcan", cuenta Botana que se trabaja con ellos sobre todo para que mantengan cultivadas todas sus capacidades y potenciarlas y mantener vivo el cerebro, ya que a partir de esa edad en general la gente se jubila y ya no pasa el día con largas jornadas de trabajo que obligaban a estar siempre alerta.

En el caso de los pacientes con parkinson o alzheimer, la directora indica que se ayuda a su rehabilitación. "Las enfermedades neurodegenerativas no tienen cura y siempre van a ir a peor. En Lémbrate trabajamos con ellos para intentar ralentizar el proceso de deterioro y que estas personas puedan seguir en su casa y en su entorno familiar sin tener que acudir a un centro de día o a una residencia", aclara.