Lesmes Fotógrafos nació en el municipio coruñés de Ribeira en 1954. Casi setenta años después, Manuel Iglesias, de la tercera generación, es el mejor fotógrafo de bodas de España y es finalista en el premio al Fotógrafo Europeo del Año.
"Mi abuelo fundó el estudio en diciembre de 1954, pero murió muy joven, con 42 años, y mi padre cogió las riendas con 14 años: hemos vivido de todo el proceso de cambio, desde el blanco y negro al paso de analógico a digital y ahora ofrecemos un trabajo integral", explica en una entrevista concedida a Quincemil Manuel Iglesias.
Tras una vida entre carretes y fotografías, esta familia ha documentado los principales acontecimientos de Ribeira en el último siglo, desde eventos sociales hasta bodas, pasando por el centenario de la concesión del título de ciudad.
"La fotografía es algo que te tiene que encantar, si no, tienes que abandonar: nosotros lo llevamos en la sangre y desde pequeños siempre hemos estado en el estudio", detalla el fotógrafo.
En los últimos años, Lesmes ha cosechado todo tipo de premios, desde Mejor Fotógrafo Profesional en Boda de 2020 para la Federación Española de Profesionales de la Fotografía y la Imagen (FEPFI) hasta el Premio Lux de Plata de la Asociación de Fotógrafos Profesionales de España (AFPE) en la categoría de Reportaje Social.
"Es un honor estar siempre ahí: la competencia es buena y, ganes o no ganes, sirve para seguir superándose e intentando mejorar año a año, es un aliciente para ir a trabajar buscando esa gran imagen, esa foto potente", relata Iglesias.
Los clientes, por supuesto, están encantados. "Al final una boda son muchas horas y te acabas haciendo amigo de ellos y, cuando hay confianza, siempre bromean con que a ver si alguna foto vale para concurso".
"Sabes que cuando haces una foto de ese tipo al cliente le va a encantar, es algo muy gratificante; que le guste más o menos a un juez va a depender del criterio de cada uno, si enseñas diez buenas fotografías a diez personas, a cada una le gustará una diferente", prosigue.
El buque insignia de Lesmes es la fotografía de boda, un ámbito en el que "un 80% de las imágenes son reportaje gráfico y un 20% posado", por lo que "las fotos son reales y eso hace que la obra sea muy personal".
Iglesias también trabaja otros géneros: el pasado 25 de marzo inauguró una exposición de gran formato sobre la Semana Santa de Ribeira y participó en los Goya de la Asociación de Fotógrafos Profesionales de Aragón (AFPA) con una imagen de la Rapa das Bestas de Vimianzo.
La pandemia ha supuesto una dificultad por partida doble, ya que las restricciones llevaron a posponer muchísimas bodas y, en el caso de las que se celebraron, hubo que lidiar con una dificultad añadida: la mascarilla.
"Ahora tienes que estar mucho más atento, con la mascarilla no puedes captar a la persona y su expresión en su totalidad, así que hay que disparar rápido: cada detalle que cojas es oro", relata Iglesias.
Con los avances en el proceso de vacunación y el inminente final del estado de alarma, Lesmes espera que pronto se pueda volver a una relativa normalidad en las celebraciones, aunque augura que hasta 2022 no se volverá a recuperar el ritmo previo a la pandemia.
"A ver si tenemos un año mejor que el anterior: hubo bastante trabajo, pero la gente tiene mucha incertidumbre, algunas bodas de abril y mayo se cambiaron al año que viene y las de junio todavía están con miedo", concluye.