Club hípico, granja y centro de actividades ecuestres donde se realizan campamentos, rutas de turismo activo, acciones de team building para empresas o visitas familiares y escolares. Estas son las principales características de unas instalaciones únicas en Galicia: las de Granxa do Souto en la parroquia de Mera de Abaixo en Ortigueira (A Coruña). El recinto, que pertenece a la familia Pita (la de la actual gerente de la granja, Sara Vierna) desde principios del siglo XVI, fue clave para la ganadería y agricultura de la comarca de Ortegal, llegando a convertirse en los 80 en una de las explotaciones lecheras más relevantes de Galicia.
Los puntos fuertes del recinto se centran en los denominados working students, jóvenes españoles y de otros países que pasan varias semanas de prácticas como au pair de caballos, es decir, asistiendo a clases de equitación a la vez que ayudan al cuidado de los animales. Otro de los servicios novedosos es el de pupilaje de caballos, que consiste en una especie de retiro en el que estos animales pueden comer y alojarse en la granja y caminar libres por los prados, en lugar de estar en cuadras, favoreciendo así su equilibrio mental y emocional.
Asimismo, se realizan campamentos hípicos (antes de la pandemia con pernocta a los que asistían familias enteras a nivel nacional e internacional) urbanos durante las mañanas, diferentes rutas hípicas y otras actividades como bautismos hípicos junto al conocimiento de los animales de la granja y nociones sobre el huerto, todo ello orientado especialmente a visitas escolares y familiares de un día.
"Turismo más auténtico y local"
El padre de Vierna está ya jubilado pero sigue siendo el líder del proyecto que inició hace décadas con la inestimable ayuda de sus hijos y especialmente de la joven, que se encarga de las relaciones públicas de la iniciativa y trabaja mano a mano con Patricia Alonso, la profesora de equitación y guía de las rutas. La madrileña acabó en la granja debido a un verano que pasó en las instalaciones y que hicieron que se enamorase de la idea y se estableciese en Galicia.
Granxa do Souto cuenta con un club hípico sin ánimo de lucro que promociona la equitación en un enclave privilegiado en las faldas de la Sierra da Capelada rodeada de un río. "Toda mi infancia Granxa do Souto fue una granja de vacas y mis hermanos y yo íbamos a ayudar a limpiar y ordeñar. En el 2000 se vendió la cuota láctea, la licencia que nos permitía tener determinados litros de leche, y pensamos qué hacer con los prados, las naves y las instalaciones en general y decidimos que fuera un centro de actividades ecuestres", indica Vierna.
"Ortigueira necesitaba unas instalaciones así porque surgió un ciclo de actividades físico-deportivas que se tenía que desarrollar en un espacio para equitación, una necesidad de la que surgió una colaboración con el instituto responsable", expone. A su vez, hace hincapié en que "no se deshicieron completamente de las vacas, sino que conservan algunos de estos animales para no perder la esencia inicial del proyecto". Actualmente en el recinto hay algunos ejemplares que conviven junto a 35 caballos que son cuidados por personas especializadas y tituladas en equitación.
Una de las apuestas seguras de este exclusivo proyecto son las rutas de turismo activo, "turismo más auténtico y local" en palabras de Vierna, que destaca especialmente atractivos de la zona como la ruta por la Sierra da Capelada y sus miradores sobre la ría de Ortigueira. "Acoger a los grupos, disfrutar, pasar el verano y disfrutar en familia con granja e hípica son nuestras metas. Somos la única instalación en Galicia de estas características", dice. Las rutas a caballo dependiendo de la duración y el recorrido oscilan entre los 25 y los 150 euros.
Estilo de negocio habitual en Inglaterra, Suecia o California
Vierna adelanta que están en proceso de regularizar a nivel público el albergue del que disponen para poder acoger eventos de la Xunta o campamentos públicos y paralelamente la joven cuenta que en verano llega mucha gente extranjera a las instalaciones porque "la hípica es un deporte que se practica mucho fuera de España en países como Inglaterra, Francia, Canadá o Alemania".
"En la granja casi todo el personal habla inglés y eso ayuda a que la gente quiera venir y se sienta cómoda. Las clases de equitación oscilan entre los 14 y los 19 euros. Entre aquellos que ya han vivido esta experiencia, se encuentra Rosa Sánchez, que conoció las instalaciones a raíz de que su hija acudiese a un campamento y destaca que para su familia "Granxa Do Souto es el lugar al que siempre quieren volver por su paz, naturaleza infinita, felicidad, acogimiento y personas maravillosas".
Aline Riola, de 33 años, es una alumna que acude a la granja durante todo el año y empezó a montar en 2020 con un grupo de amigos. Para ella Granxa do Souto "es ser parte de una nueva familia, siempre abierta a nuevas personas". A su vez, Javier Robledano pone el acento en el "auténtico paraíso de bosques y prados con caballos y playas extraordinarias muy cerca de la granja", además de que confiesa que le apasiona "el silencio de la noche". Por su parte, una de las jóvenes alumnas de 13 años, Rocío Castro, sostiene que "Granxa do Souto es un lugar muy familiar en donde ha conocido a mucha gente" y reconoce que entre las personas y los caballos se siente plena.
De cara al futuro y apoyada en estas buenas críticas, Vierna se muestra ilusionada y unirá fuerzas junto a sus hermanas y su hermano para enfocar el proyecto a su "sueño" común. Esta idea se basa en crear un pequeño restaurante en la granja donde albergar eventos para empresas y grupos, además de disponer de una sala de formación para que la gente vaya a disfrutar a las instalaciones de una "semana de alojamiento en la naturaleza y desconexión".
Este planteamiento no es nuevo en otros países como Inglaterra, Suecia o California, donde la responsable comenta que estos negocios ya son toda una realidad instaurada desde hace años y una tendencia que desean que también conquiste tierras gallegas.