Un gran número de accidentes tiene lugar en intersecciones. La escasa visibilidad, la velocidad… están detrás de muchos de los siniestros que se registran en los cruces. A Coruña no es una excepción y cuenta con diferentes puntos peligrosos a la hora de ponerse al volante.
En Quincemil hemos hecho un ruta por la ciudad en busca de esas intersecciones donde seguro que más de uno se ha llevado algún susto. A continuación, detallamos algunos de los cruces más peligrosos en A Coruña para los conductores.
El cruce de la Avenida Finisterre con la calle Gutemberg
Comenzamos nuestra ruta por los cruces más peligrosos de la ciudad en la Avenida Finisterre, justo en el tramo paralelo al Polígono de A Grela. Ahí nos encontramos con uno de los cruces que tiene un mayor riesgo para los conductores. Justo en ese punto, delante de la gasolinera Repsol, hay un cruce que permite atravesar desde la Avenida Finisterre hasta la calle Gutemberg. Justo en la mediana los coches deben hacer un stop antes de cruzar para incorporarse. En esa recta la velocidad está limitada a 50 pero pocos son los coches que cumplen dicha limitación, a lo que hay que sumar el incesante transito de vehículos entrando y saliendo de las calles que dan acceso al polígono.
Esta misma situación de peligrosidad ocurre en un cruce que hay unos metros más adelante, el de la Avenida Finisterre con calle Gambrinus. Mismo cruce, misma peligrosidad. Precisamente, ante la gran cantidad de accidentes ocurridos en ambos cruces, el Concello procederá a regular el tráfico con unas rotondas.
Avenida Finisterre con San Pedro de Mezonzo
Y no abandonamos la Avenida Finisterre. Ahora nos trasladamos a la zona próxima al cruce con la ronda de Nelle, en concreto a la intersección de la calle San Pedro de Mezonzo con Avenida Finisterre. Es calle termina en cuesta, una dificultad añadida a la escasa visibilidad que dejan los coches que habitualmente están mal aparcados en esta intersección. Cruce además que permite tanto girar hacía la derecha y subir la avenida Finisterre como al contrario, tomar el giro a la izquierda y bajar. En este último caso el cruce es todavía más complicado pues hay que estar bien atentos y comprobar que no vienen coches ni de abajo ni de arriba. Complicado si tenemos en cuenta que esta avenida soporta mucho tráfico a diario.
Cruce Federico Tapia con Ramón de la Sagra
En la zona del Ensanche nos encontramos con otro cruce que te puede jugar un mala pasada, el que de las calles Federico Tapia y Ramón de la Sagra. El peligro está para los conductores que se dirigen desde ambas calles, y es que la intersección coincide con un paso de peatones y con una zona ajardinada que dificulta mucho la visibilidad.
Zalaeta con Curros Enríquez
Se trata de un cruce múltiple, pues son muchas las maniobras que se pueden hacer en esta intersección en el final de la calle Zalaeta con Curros Enríquez, donde se encuentra la sede de la Cruz Roja. La complicación está en el hecho de que los vehículos que bajan Curros Enríquez cruzan el carril de subida para incorporarse a la calle Zalaeta, y aquellos que están en la calle Zalaeta pueden hacer lo propio y cruzar el carril de subida de Curros Enríquez para tomar esta calle en dirección el Paseo Marítimo. A estas maniobras hay que sumar el cambio de sentido de los que circulan por Zalaeta, el giro a la derecha o la continuidad o giro a la izquierda de los que suben Curros Enríquez. Sin duda, es todo un entresijo.
Cruce ronda de Outeiro con Alcalde Pérez Arda
Pese a estar regulado por semáforos, en este cruce se han registrado diversos accidentes en los últimos años. ¿El motivo? Los intervalos semafóricos. Hay muy poco tiempo de margen entre que un semáforo se pone en rojo y el otro en verde. El problema, en realidad, viene porque muchos vehículos pasan el semáforo en rojo cuando el siguiente ya se ha puesto en verde. Este incumplimiento ha ocasionado más de un choque entre coches, alguno de ellos de importante consideración. Y es que hay que pensar, sobre todo, que muchos vehículos bajan la ronda de Outeiro desde la estación de tren excediendo los límites de velocidad.
Incorporación de Juan Flórez a Alfonso Molina
Nuestro siguiente punto de peligrosidad nos lleva al cruce regulado con semáforo que hay al final de Juan Flórez. En esta intersección es imprescindible situarse bien en el carril para tomar el desvío correcto y no provocar ningún accidente, como ya tiene ocurrido. Si uno circula por Juan Flórez tiene tres opciones de desvío: girar hacia la Falperra, girar hacia San Pedro de Mezonzo o seguir recto e incorporarse a Alfonso Molina. Para esta última opción solo sirve con ir por el carril de la izquierda, y en caso de girar a la derecha tendríamos que escoger el carril de la derecha. De no hacerlo, resultaría muy peligroso.
Cruce A Grela
En el polígono de A Grela hay infinidad de cruces y rotondas, algunos de ellos bien podrían formar parte de esta lista, pero nos quedamos con uno de ellos: la intersección de la calle Severo Ochoa con Galileo Galilei, a la altura del Burger King. Por esta zona suele circular un gran número de coches y camiones, una dificultad añadida en este cruce en el que, en caso de avería del semáforo, resulta casi imposible de poder atravesar.
Cruce calle Alta con Paseo Marítimo
Regresamos al centro de la ciudad, concretamente al Paseo Marítimo, a la altura de la rotonda del Gasthof del Orzán. Una rotonda a la que resulta muy difícil acceder viviendo de la calle Alta (una de las vías estrechas que une el Paseo Marítimo con San Andrés). Incorporarse a la rotonda o girar hacia la calle Socorro (antigua Juan Canalejo) puede acabar provocándonos dolor de cervicales.
Salida túnel Orzán con Cordelería
Y no abandonamos la zona del Orzán, y es que otro de los cruces que tienen cierto grado de peligrosidad es la salida del túnel que atraviesa la plaza de Pontevedra. Cualquiera de sus salidas entraña cierto riesgo para los conductores, pero nos fijamos en la que va a dar a la zona de las calles Cordelería y Comandantes Fontanes. La escasa visibilidad en la salida del túnel en cuesta supone un riesgo tanto para aquellos vehículos que salen de él como para los que acaban de hacer el giro en la calle Cordelería. Uno de las maniobras que atañe un mayor riesgo es la incorporación desde el túnel a la calle Comandante Fontanes.
Rotonda Cuatro Caminos
Y terminamos nuestra selección particular de cruces peligrosos con una rotonda, la de Cuatro Caminos. Esta rotonda no está reglada por semáforos, por lo que hay que ser muy prudente en las maniobras de incorporación y salida. Especial atención en el caso de que se circule por la calle Concepción Arenal o por el Paseo Alexandre Bóveda.