La Feira das Marabillas de A Coruña finalizaba ayer tras cinco días llenando la Ciudad Vieja de artesanía, música, gastronomía y diversas actividades. La Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja (Aceca) ha valorado el regreso del evento tras dos años y su presidente, Adolfo López, asegura que las cifras de visitantes han sido las de antes de la irrupción del coronavirus.

El público que cada año acude a este tipo de celebraciones es de carácter familiar y la entidad celebra que propuestas como el Recuncho das Pícaras haya funcionado tan bien. "El número de visitantes ha sido similar al de 2019, con un día menos y horarios más restringidos", indica el presidente de Aceca, que concreta que la Ciudad Vieja amaneció hoy limpia y recogida.

"Entendemos que sí se está empezando a ver la inflación y la crisis, creemos que este otoño e invierno van a ser complicados a nivel comercial. Hay gente que ha vendido menos y gente que ha vendido más, es pronto para hacer la valoración", explica López. Así, el también responsable de un negocio en la calle Troncoso asegura que la subida de precios influye mucho en el comportamiento del consumidor, más cauto a la hora de gastar.

La importancia de la Feira das Marabillas

"Nuestra asociación está involucrada en este evento desde hace 15 años y muchos otros porque es fundamental para la dinamización comercial de la zona en la que estamos y el área de influencia", explica López. El presidente de Aceca destaca la importancia de este evento para otras zonas de A Coruña, tanto para los locales de hostelería como para hoteles u hostales.

El objetivo de la entidad con este tipo de celebraciones es que la gente se acerque a la Ciudad Vieja para dar a conocer todo lo que el barrio puede ofrecer, algo que se ha cumplido. "Y es el inicio de las fiestas", indica López, que recuerda que los comerciantes todavía esperan el plan de reactivación comercial del espacio planteado tras su peatonalización. Aceca, mientras, ya piensa en la celebración de la Feira das Marabillas del próximo año.