Las rías gallegas despiertan admiración y curiosidad a todo el que se acerca a la costa de Galicia, y también son objeto de estudio por parte de los investigadores/as que tratar de entender cómo se formaron y hace cuánto tiempo. Las Rías Altas y las Rías Baixas obtienen su nombre en parte por su localización (unas al norte, arriba; y otras al sur, abajo) pero también guardan diferencias ocultas en su fondo marino.
Las rías gallegas se dividen tradicionalmente en altas y baixas, aunque sus límites no están siempre tan claros, especialmente en el caso de las Rías Altas: algunos documentos se refieren a las que se encuentran entre la cosa de A Coruña y Lugo, mientras que otros incluyen también a las de Corme, Laxe y Camariñas. Donde parece haber menos duda es en el caso de las baixas, que comenzarían al sur del cabo de Fisterra.
"En Galicia existen rías a lo largo de los más de 2.000 km de costa. Tradicionalmente se ha diferenciado entre las Rías Altas y las Rías Baixas. El cabo Fisterra marcaría el límite entre unas y otras, que presentan características diferentes especialmente desde el punto morfológico y de dimensiones", explica Augusto Pérez Alberti, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) en un estudio sobre el origen de las rías gallegas.
Así, apunta el investigador, las Altas son las de Ribadeo, Viveiro, O Barqueiro, Ortigueira Cedeira, Ferrol, Ares y Betanzos, A Coruña, Corme, Laxe y Camariñas; y las Baixas las de Muros y Noia, Arousa, Pontevedra y Vigo. A las segundas también pertenecería la ría de Corcubión.
"Si miramos un mapa en papel vemos que unas están arriba y otras están abajo, aunque realmente no es así. Los límites administrativos existen, pero en la naturaleza no existen esos límites", puntualizaba Pérez Alberti al ser consultado por la delimitación de unas y otras rías. Y explicaba que esta división entre altas y baixas obedece habitualmente a concepciones humanas, administrativas y, también, turísticas.
Sin embargo, parece que entre unas y otras sí existen diferencias más allá de su situación más al norte o más al sur: las baixas parecen ser más antiguas que las altas, además de estar muy influidas por la tectónica y tener un tamaño mayor. Para profundizar más es necesario viajar en el tiempo hasta sus orígenes, una tarea que tampoco es sencilla.
Rías Baixas: tectónica, antigüedad y tamaño
En cuanto al origen de las rías existe bastante literatura científica y algunas contradicciones. Tradicionalmente algunos investigadores consideraron que las rías son valles fluviales inundados por el mar, un pensamiento que defiende, por ejemplo, Juan Ramón Vidal Romaní, profesor emérito de la Universidade da Coruña (UDC) y director del Instituto Universitario de Xeoloxía de A Coruña.
Al ser preguntado por este punto señalaba que las rías son "valles fluviales formados por la erosión de los ríos que posteriormente sufrieron inundaciones durante los últimos 5.000 años".
Además, según destacaba Vidal Romaní y recogen las algunas publicaciones de la Xunta, las Rías Baixas serían más antiguas, formadas hace 100 millones de años, mientras que las Altas lo habrían hecho hace 24 millones de años.
No obstante, otros investigadores no comparten esta idea en su totalidad, entre ellos el catedrático de la USC, quien cree que en el origen de las rías, y en sus diferencias, fue mucho más determinante "el papel de la tectónica", especialmente en el caso de las Rías Baixas. "La tectónica ha desempeñado un papel de primer orden en su génesis existiendo rías, como la de Arousa, que son auténticas fosas", relata en su trabajo.
"Cuando se analizan los rasgos morfológicos de las Rías gallegas se ve con claridad, por una parte, que en cualquiera de ellas desembocan diferentes ríos, pero también que sus cursos están intensamente condicionados por la amplia red de fracturas, especialmente en las Rías Baixas", señala Alberti; y añade que "el rol de la tectónica es visible en las rías de Muros y Noia y Arousa", así como en la Ría de Vigo, donde "su sector interior se adapta (a la fractura) de manera clara".
Además apunta que, si bien "la dinámica fluvial inició la apertura de valles", no fue tan determinante en su forma actual como sí lo fue "la acción marina". Y pone de ejemplos algunos elementos presentes en las rías típicos de entornos marinos: acantilados, playas y formas litorales. Por ello las define como "brazos de mar que se introducen en el continente".
En cuanto a la edad, Alberti considera que aún está por determinar, no obstante comparte la teoría que apunta a una mayor edad de las baixas, que se ha podido comprobar mediante el estudio de los sedimentos del fondo marino, que pertenecerían en este caso a edades más antiguas.
Con todo lo expuesto, el especialista concluye que "las rías son formas poligénicas donde el marco tectónico marcó su diseño, disposición y desarrollo general". Desde su perspectiva, los ríos gallegos "modelaron sus cauces en relación con estos sistemas de fracturas, aprovechando las zonas de debilidad" y la acción marina terminó dándoles su apariencia actual.
Por lo tanto, aunque la distribución tradicional entre altas y baixas obedece en parte a parámetros humanos, parece que sí existen diferencias entre unas y otras en cuanto a su origen y formación, lo que ha influido en su aspecto actual tanto a uno como al otro lado del cabo de Fisterra.