Corría el año 2020 y estaba apunto de desatarse la mayor crisis sanitaria vivida a nivel mundial cuando nació Vankings, un negocio dedicado a camperizar furgonetas con sede en el municipio coruñés de Carballo. La empresa ofrece diseños personalizados, con un estilo curvo en sus muebles que ha logrado muy buena aceptación, y entre las peticiones habituales que reciben se encuentran vehículos adaptados para mudarse a vivir.
Detrás de Vankings están Santi y Diango. El primero, natural de Carballo, se trabajaba como soldador; el segundo, de Fisterra, se dedicaba a la carpintería. Además, los dos eran aficionados al mundo camper y decidieron empezar el proyecto al ver un nicho de mercado que estaba naciendo con fuerza en aquel momento, y que no ha dejado de expandirse desde entonces.
"La verdad es que todo fue una casualidad, conocí a mi socio por Facebook y el proyecto nació en 2020. Los dos somos aficionados al mundo camper ya desde hace 20 años. Yo vengo de ser soldador y mi socio carpintero, y empezamos porque vimos que había un un nicho de mercado", explica Santi.
Pero lo que les terminó de empujar finalmente a formar la empresa "fue la pandemia", asegura. En febrero de 2020 se encontraban preparando la nave y justo llegó el confinamiento: "No nos podían dar de alta como autónomos ni nada, y tuvimos que esperar a que se levantaran las restricciones. Y entonces fue cuando arrancamos".
Desde ese momento el interés por el mundo camper no ha hecho más crecer y todo ha ido sobre ruedas: "Empezamos dos personas y ahora somos seis trabajando y vemos que hay mucho interés, tanto para viajar, como para vivir en ellas".
Vehículos para viajar y para vivir
Santi considera que la pandemia se encuentra detrás de este boom del mundo camper, al menos en España: "El modo de viajar cambió con la pandemia, fue cuando todo el mundo quería viajar en grupos más reducidos", apunta. Si bien, la tendencia ya venía marcada desde antes desde Europa: "Alemania o Italia llevan muchísimos años en este mundillo. Nosotros llegamos un pelín tarde", considera.
En ese sentido, Santi ha visto cómo el perfil de persona que se acerca al mundo camper ha ido cambiando, "antes las furgonetas estaban más enfocadas para surfistas y deportistas de montaña", sin embargo ahora ya no se trata solo de un "vehículo recreacional", asegura.
Ahora cada vez hay más gente "que teletrabaja y abandona sus domicilios, sobre todo en grandes ciudades, donde el alquiler es carísimo, y se deciden a vivir en este tipo de vehículos, lo que además les da la oportunidad de viajar más", relata.
Así, entre sus clientes se encuentran perfiles muy diversos: "Tanto personas que se dedican al deporte, gente que tiene todos los fines de semana libres y quiere viajar, hasta gente que que va a vivir en ellas".
Respecto a edades, la tendencia también ha cambiado: "Ahora mismo abarcamos todo tipo de edades, desde gente joven, personas que están jubilada. Si antes veías una furgo era o de un jubilado o de un surfista, y ahora no, ahora hay absolutamente de todo", añade.
Modelos personalizados
Respecto a su trabajo, estos socios ofrecen tanto la instalación de accesorios, "como pueden ser techos, elevables, claraboyas, ventanas…", hasta la "camperización integral del vehículo". "Nosotros aquí hacemos todo, hacemos tanto la fontanería, como la electricidad, también trabajamos la chapa y la carpintería de madera. Hacemos todo, hasta la homologación", cuenta.
Así, pueden partir de "una camperización sencilla", como un "módulo para una furgoneta que simplemente se haga cama e igual lleve una nevera", lo que puede tener un importe de entorno a los 2.000 euros, hasta una camperización integral "que pueden ser 30.000 o 40.000 euros", dependiendo de lo que se incluya.
Además, subraya que la empresa no cuenta con modelos específicos, sino que lo hacen "al gusto" y "a medida", de forma personalizada, ya que "hay gente que quiere otro tipo de distribución diferente a lo que hay en el mercado".
Santi asegura que en estos años han logrado crear "una reputación bastante buena a nivel nacional". "Nuestros diseños, por ejemplo, los muebles con curvas, llamaron un poco la atención respecto a lo que había en ese momento, y hemos tenido muy buena aceptación. En tres años hemos pasado de una nave pequeña a otra de 1100 metros cuadrados y a ser seis personas en plantilla", celebra.