Santiago es una ciudad rica histórica, arquitectónica y culturalmente hablando. Esto se  nota en todos los ámbitos de la vida, desde los teatros y las bibliotecas, hasta las calles y las discotecas. Lo dicen los nacidos aquí, en Compostela gusta la cultura, pero también gusta la fiesta.  

Bares y tabernas ambientadas gracias al folclore tradicional, locales con música en directo, pubs casi tan clásicos como el mismísimo Obradoiro y discotecas que cierran con la salida del sol. Una ciudad universitaria en toda regla, que evoluciona casi tan rápido como las modas.  

Y es que de modas se habla ahora mucho, pues cada vez se escucha más que se está originando un cambio en la forma de salir por Compostela, sobre todo desde la  pandemia. Pero, ¿es esto verdad? ¿Está cambiando el ocio nocturno de Santiago?  

Son muchos los que apuntan a un éxodo de la zona nueva a la zona vieja, de la  discoteca al pub, y del gran recinto al pequeño local, pero ¿es así? Estudiantes y dueños de locales en Santiago explican qué está sucediendo y responden a estas y a otras muchas dudas sobre la noche compostelana: 

Cómo ha cambiado la forma de salir  

Los hosteleros aseguran que la fiesta ha cambiado desde la pandemia, que lo hábitos de la gente joven se han transformado y que los gustos musicales han entrada en una nueva época.  

Catuxa, dueña de Avante, apunta a que “ahora a xente entra ós locales antes”. Menchu, dueña de O Curruncho, pone el acento en que ahora se sale más días que  antes de la pandemia y en que los gustos musicales han cambiado: “Antes me pedían  música más variada, pero ahora casi la totalidad de la clientela pide "perreo"’.  

Los usuarios, hacen responsables de estos cambios a los locales y no a la pandemia. Carmen, estudiante de la USC, explica que la principal transformación ha sido el aumento de los precios: “Santiago nunca había estado tan caro. Recuerdo salir antes del Covid, todas las discotecas valían 5 euros los sábados con una consumición, y por la semana 3. Ahora es impensable". 

Cómo es salir por ambas zonas de Santiago  

La etapa universitaria es un momento de cambios, no sólo se madura como persona, sino que también se transforman los gustos, las amistades, y los sitios que se frecuentan.  

En Santiago, esto puede verse en el ocio nocturno. Mientras que, por lo general, la plaza Roja se llena cada jueves de estudiantes de primero y segundo de carrera, Cervantes lo hace de universitarios de los últimos años. Esto hace que ambas zonas de Compostela se diferencien, sobre todo, por la edad de sus clientes. 

La zona nueva está frecuentada por estudiantes que acaban de llegar a la ciudad y que buscan locales grandes de reggaetón. La zona vieja, por su parte, es más variopinta, acostumbra a llenarse de personas algo más mayores y se rige por la convivencia de muchos estilos musicales.  

Luis, también estudiante de la USC, explica que tanto en zona nueva como en zona vieja salen personas desde los 17-18 años, aunque hace un apunte: “es posible que la música y el ambiente de los locales de zona vieja pueda atraer a personas con unos años más”. 

El dinero, ¿La clave del éxito de la zona vieja?  

Quienes la frecuentan lo tienen claro, “lo mejor de la zona vieja son los precios”. Algo  en lo que no está nada de acuerdo Luis, que asegura que no existe tal diferencia:  

“Muchos locales de zona nueva y zona vieja comparten los mismos precios. En un local de zona vieja te cobran 7€ por una copa, y en zona nueva las entradas son 14€ con dos copas incluidas, hagan ustedes las cuentas. Puede haber alguna excepción más barata, pero beber ese alcohol es un deporte de riesgo”, explica.

Menchu, cuenta que en O Curruncho nunca cobran entrada porque la clientela suele consumir, aunque entiende a quien lo hace. Algo que comparte Catuxa, quien explica que si la gente no consume, es imposible mantener abiertos los locales:  

“A xente cando está de festa nun local algo de ganancia ten que deixar. O que cobra entrada asegúrase de que esa persoa vai ter un gasto, pero o que non se pode pretender e saír de festa ca botella de casa”, argumenta.  

Avante.

 Más allá del precio, la clientela destaca otras muchas cosas de la zona vieja, entre las que se encuentra la ausencia de un código de vestimenta: “La zona vieja es mucho más libre. Yo no quiero sentir en mi propia ciudad que para salir de fiesta tengo que vestirme de una determinada manera”, apunta Carmen.  

La cantidad de universitarios como respuesta al bajón de la zona nueva

Puestas las diferencias sobre la mesa llega la gran pregunta, ¿es verdad que cada vez  menos gente sale por la zona nueva? Ante esto, los cuatro son tajantes: “se sale lo mismo que antes”. Catuxa explica que no es que ahora se salga menos por la zona nueva, es que ahora hay menos estudiantes:  

Non penso que agora haxa máis xenta na zona vella que na nova. Creo que agora hai un pequeno baixón porque hai menos estudantes en Santiago polo tema dos alquileres dos pisos. A xente ten que ir a vivir a Milladoiro ou quedar na casa e ir e volver, porque os pisos están moi caros”.

Creencia que respalda Luis: “estoy seguro de que se sale tanto por zona nueva como antes y por zona vieja igual. Los locales de zona vieja son mucho más pequeños que los de zona nueva y siempre da la impresión de que están más llenos”. 

Lo que está claro es que, por mucho que cambien las formas de salir, en Santiago hay fiesta para todos los públicos y edades. Seas de primero, segundo o tercero, la noche compostelana tiene un sitio guardado para ti, sea en zona vieja o en zona nueva.