Sus familiares al principio les tomaron por locos, pero ellos lo tenían claro y cumplieron su deseo de alejarse de la ciudad en busca de grandes dosis de naturaleza y calma. Jessica Juan Martínez, de 42 años, y Héctor Nelgar, de 43 años, ambos de Valencia, huyeron de las aglomeraciones y del ritmo de una gran urbe en busca de un nuevo hogar por el norte de España. Lo encontraron hace tres años en una bonita casa de piedra de 1850 en Mañón (A Coruña).
El refugio que encontraron allí lo quieren trasladar ahora a los visitantes que lleguen al municipio. Tras un primer intento fallido, Jessica y Nelgar acaban de hacerse con la gestión del albergue municipal Abeiro do Sor, cerrado en los últimos meses después de concluir la última concesión.
El Concello rehabilitó hace unos años este antiguo escolar indiano para convertirlo en albergue y tras dos gerencias ahora lo llevará esta pareja valenciana. "Estamos muy ilusionados con este proyecto", explica Jessica. "Los vecinos nos recibieron muy bien cuando llegamos a Mañón y tenemos muchas ganas de poner en marcha el albergue". La inauguración será el próximo 16 de febrero, a las 22:00 horas, coincidiendo con la Fiesta de Entroido y con la actuación musical de ‘Sandra’.
Ambos provienen del mundo de la hostelería y estos días rematan los últimos detalles. Han renovado parte de la decoración con nuevos elementos como una pequeña biblioteca con zona de estar, han dado color a algunas paredes y la cafetería reabrirá con algunas mejoras.
Contará con un apartamento grande con capacidad para 8 personas en un extremo del inmueble y otros cinco más pequeños en el otro. Cada ala del albergue tendrá baño y cocina para compartir.
Con un nuevo parque infantil y talleres
El Concello de Mañón acondicionó un nuevo parque infantil público, con columpios, balancín, tobogán y una tirolina y además de recibir a los huéspedes y gestionar el albergue, Jessica y Héctor quieren promover la actividad en el municipio organizando distintos talleres en las instalaciones. También pretenden acondicionar un espacio para exponer y vender productos locales, como mieles, verduras o pan.
Un municipio cada vez más atractivo
Cuando llegó a Mañón uno de los trabajos que tuvo Jessica fue el de repartir el pan por las aldeas. Tres años después de su llegada percibe que cada vez son más las personas de fuera que, como ellos, optan por residir allí. "Viene gente joven de Madrid, Murcia, País Vasco y también algunos ingleses que quieren instalarse aquí", relata.
Ellos, por su parte, echan de menos a sus familiares de Valencia "pero cuando vamos de visita yo me doy cuenta de que no quiero verme allí ni en broma", resume. "Aquí en Mañón estamos de maravilla".