Cumplir los 40, 50 o 60 ya no es tabú en Galicia: las fiestas de cambio de década arrasan

"Los cuarenta son los nuevos treinta" es una expresión que ha ganado popularidad en los últimos años. La idea de que la edad es solo un número tiene cada vez más defensores. Empezar un deporte nuevo, cuidar la alimentación o viajar y conocer otras culturas son actividades que, antaño, se vinculaban a las primeras décadas de vida. Salir de fiesta, bailar o tomar alguna copa también formaban parte de este listado de actividades que socialmente solían estar reservadas para los más jóvenes. Sin embargo, con el paso del tiempo la tendencia ha cambiado y las costumbres también.

Los cumpleaños son fechas señaladas. Hay quiénes los detestan y quiénes esperan la fecha como agua de mayo, pero, sea cual sea el caso, no suelen dejar indiferente al protagonista. Sumar años al marcador no siempre es bien recibido, especialmente cuando eso supone cambiar de década. "La crisis de los 30, 40 o 50" es, de hecho, un término con un uso muy extendido, aunque parece que, poco a poco, empieza a perder fuelle.

El sector de la hostelería y del ocio nocturno de Galicia confirma que en los últimos años las fiestas de cumpleaños han crecido "exponencialmente", especialmente entre aquellos que se estrenan en los 40, 50 y 60. Hace una década era poco habitual que DJ, restaurantes y casas rurales registrasen una reserva para celebrar una gran fiesta de cumpleaños, pero ahora es algo muy frecuente.

"La gente es cada vez más joven de espíritu"

Eduardo Romero de ‘R Música Djs‘

Eduardo Romero es propietario de ‘R Música Djs’. En su empresa, con sede en Vigo, son 15 profesionales dedicados a pinchar en eventos de todo tipo, durante la última década la compañía ha ido creciendo y aumentando el número de actuaciones y las localizaciones. Muchas de estas actuaciones mensuales son, precisamente, en las fiestas de cumpleaños entre los 40 y los 60. "Se celebran muchísimos cumpleaños, dos al mes como mínimo", explica.

El escenario ha cambiado de forma significativa en los últimos años. "Antes los cumpleaños eran totalmente residuales", pero ahora es diferente. Cree firmemente que "la gente cada vez es más joven de espíritu" y eso, dice, "se nota también en la fiesta".

La fiesta sigue hasta que el cuerpo aguante. Lo más habitual es que el evento comience a las 21:00 horas y, después de la cena, se salte a la pista de baile. "Generalmente, la actuación del DJ dura 4 horas, aproximadamente", calcula Eduardo. Sin embargo, a la sesión musical hay que añadirle las horas previas, ya que el cumpleaños suele incluir también la cena y, como no, la tarta de cumpleaños.

"Hay cumpleaños que son como una boda"

El presupuesto por invitado varía mucho dependiendo del anfitrión. El grupo empresarial Montesqueiro cuenta con diversos espacios en el área de A Coruña (Finca Montesqueiro o Cantón 23, entre otros) para satisfacer las necesidades de los clientes. Su directora, Lucía Cidón, explica que tienen capacidad para organizar eventos para grupos pequeños (15 personas), medianos (cerca de una centena) o grandes (200 invitados). "Tenemos tres espacios diferenciados y eso nos da mucha flexibilidad", apunta.

Detalla que hay personas que prefieren organizar un evento en petit comité y otros que celebran por todo lo alto: "Hay cumpleaños que son como una boda", asegura la empresaria. El presupuesto también varía mucho dependiendo del tipo de cliente. En el caso del grupo Montesqueiro se puede partir de menús de 55 euros y llegar a complementar la fiesta con todo tipo de accesorios y atrezzo. Entre las opciones está un cortador de jamón en sala, la instalación de photocall, disposición de champán o un buffet libre de ostras.

Tanto profesionales del ocio como de la restauración coinciden en que lo más habitual en los cumpleaños de cambio de década es el "menú cocktail" o "de tapeo". Eso sí, "música siempre hay", confirma Lucía Cidón. Y es que las celebraciones de cumpleaños siempre han tenido ambientación musical, pero lo novedoso es el público objetivo: personas nacidas entre la década de los 60 y de los 80, aproximadamente.

El ritmo es asombroso y no para de crecer. "En el último año, este tipo de celebraciones ha crecido mucho. En lo que va de 2024 ya hemos organizado 5 cumpleaños", apunta la directora de Montesqueiro. También lo nota Tomás Romero, de Más Music: "Antes pinchar en un cumpleaños era algo muy puntual, ahora hay cuatro o cinco al mes, como mínimo", hace memoria el responsable de esta empresa de A Coruña.

Los hijos de la movida, los más fiesteros

Las fiestas de este tipo pueden dividirse en dos grandes vertientes: aquellos cumpleañeros que son anfitriones y los que caen en la sorpresa de amigos o familia. "A veces incluso se juntan un grupo de amigos para celebrarlo en conjunto", explica Tomás Romero.

Poco a poco se corre la voz sobre este tipo de celebraciones y "cada vez se extiende entre pandillas". La previsión es que este nuevo mercado siga creciendo en los próximos años. "Esto va a ir en aumento", dice rotundo el DJ.

Uno de los aspectos más llamativos de este tipo de cumpleaños es la duración. "Suelen ser eventos de tarde; comienzan sobre las 20:00 o 21:00 horas, se cena y, más tarde, comienza alguna actuación musical", narra Lucía Cidón.

Tomás Romero y Eduardo suelen ofrecer sesiones "de entre las 3 y 4 horas", por lo que es habitual que la fiesta se prolongue hasta altas horas de la madrugada. "Es la última generación de ‘los españoles de la fiesta’. Cada vez se escucha más entre la gente joven la frase ‘yo ya salí lo que tenía que salir’, pero los de los 80 son gente que busca cualquier excusa para montar una buena fiesta", defiende divertido el propietario de ‘R Música Djs’.

La música suele pactarse con los anfitriones. Temas de Abba, Alaska o Whitney Houston son un éxito asegurado. "A la gente le gusta volver a recordar cómo vivían cuando eran jóvenes", precisa Tomás Romero.

Fiestas "apoteósicas": "Me rencontré con amigos de hace 30 años"

Nicolás Soler, cliente de R Música Djs, cumplió el pasado 22 de enero 60 años. Una semana después lo celebró por todo lo alto. "Fue apoteósico, una fiesta rachada", dice con un buen sabor de boca. En su caso invitó a cerca de 200 personas y no reparó en gastos: "Había gente que hacía 30 años que no veía", explica.

La cita comenzó a las 14:30 horas y duró hasta la media noche. No faltó detalle, asegura. Hubo aperitivos, una comida de picoteo, dos actuaciones musicales y barra libre todos los asistentes. "No fue barato, pero lo recomendaría. Ha sido una exaltación del amor, de la amistad y de la vida. No me arrepiento de nada", asegura a Quincemil.

En su caso, la idea nació de una charla con amigos. "Unos amigos se metieron conmigo diciendo que nunca invitaba a nada y pensé ‘os vais a enterar’. Fue una buena excusa para hacer una fiesta", valora este gallego. "La verdad es que me solté la melena", confiesa entre risas.