En la década de los 2000 se popularizó mucho el término metrosexual —acuñado en el 1994— para referirse a hombres que, al contrario de lo que se destilaba hasta el momento, cuidaban de su imagen física. Cremas, perfumes y depilación eran algunos de los cuidados que caracterizaban a este perfil de nueva masculinidad hace ya dos décadas.

Con el paso del tiempo, los metrosexuales pasaron de ser objeto de deseo a burla, especialmente en el colectivo masculino. Años después, y tras sustanciosos avances en la sociedad, cada vez más hombres se preocupan por su apariencia física e invierten en cuidados cosméticos. Así lo respaldan datos como presentado por un estudio de Men’s Health publicado en 2019: el 52% de los españoles dedican entre 10 minutos y media hora cada día para su cuidado personal.

El mercado de la belleza ha ampliado horizontes y las mujeres ya no son su único público objetivo, aunque siguen siendo las más afectadas por los cánones. Dentro del sector de mercado de la estética hay muchos campos en los que profundizar: cuidado de la piel, mantenimiento del cuero cabelludo, desarrollar sentido de la moda… y en A Coruña parece que hay uno que está de moda: los injertos capilares.

¿Qué es la alopecia?

Injerto capilar

El doctor Eduardo Fonseca Capdevila, jefe del servicio de dermatología del Complexo Hospitalario Universitario da Coruña (CHUAC) explica que los injertos capilares "no son cirugías al uso", ya que su riesgo es muy limitado. Son, sin embargo, intervenciones estéticas que buscan revertir la alopecia.

La alopecia es una condición humana que obedece a la genética y a la regulación hormonal, según explica el doctor. "Hay muchos tipos de alopecias, pero la más común es la alopecia androgénica. Esta depende de varios genes y puede influir tanto por parte del padre como por parte de la madre", detalla Capdevila.

Generalmente, esta pérdida de pelo tan acusada afecta más a los varones, "pero no es ninguna rareza en las mujeres". Es un proceso que se pone en marcha en la pubertad, en coincidencia con el desarrollo hormonal, y que puede demorarse años. En los hombres lo más habitual es que la zona que más pérdida de cuero cabelludo presente sea la superior, mientras que las mujeres "suelen tener una perdida muy progresiva del pelo desde la cabeza hasta la coronilla", añade el dermatólogo gallego.

¿Qué es un injerto capilar?

En A Coruña hay varias clínicas que ofrecen el servicio de injerto capilar. Una de ellas es Medical Hair, con presencia en ocho países, y dirigida por el doctor Arturo González Marlia. En su consulta aprecian desde hace meses un aumento del interés de los coruñeses por los injertos capilares. Cifran un crecimiento del 50% de la clientela entre 2022 y 2023. "Hay un aumento de tendencia en el injerto capilar en hombres y de tratamientos para el pelo en mujeres", asegura Marlia.

El 80% de los clientes que realizan un injerto capilar en Medical Hair son hombres. Pero, ¿en qué consiste un implante capilar? Lo cierto es que existen diferentes técnicas para realizar un trasplante de este tipo, aunque la más común es la técnica FUE.

"Extraemos una a una las unidades de pelo de la zona donante para pasarlas a la zona despoblada", detalla el doctor Arturo González. Las zonas donantes suelen ser la parte lateral y la posterior de la cabeza, ya que "están preparadas genéticamente para no responder a la caída del pelo".

¿Cuánto tardan en verse los resultados?

El doctor Torres en consulta

Realizar un injerto capilar es una tarea larga y tediosa. La intervención quirúrgica puede llegar a durar hasta ocho horas, ya que lo habitual es injertar entre 1.500 y 2.000 unidades foliculares por paciente, según indica el doctor Antonio Iván Fernández Torres, propietario de la clínica Dr. Torres Trasplante Injerto Capilar de A Coruña.

Torres, al igual que Arturo González Marlia, ha notado un creciente interés entre los coruñeses por este tipo de operaciones. "Los dos últimos años se ha notado un aumento de la demanda", asegura con rotundidad Torres. En su opinión, esto está derivado porque cada vez más gente conoce este tipo de intervenciones y su eficacia para frenar la alopecia.

Sin embargo, ambos doctores alertan de que no es una solución rápida en el tiempo. El proceso de recuperación y crecimiento del cabello es lento. Según los cálculos del propietario de Medical Hair, así como de Antonio Iván Fernández Torres, el pelo injertado "siempre" se cae al mes de realizarse el injerto, pero posteriormente vuelven a crecer. Con todo, no será hasta el cuarto mes cuando comience a crecer el pelo definitivo y los resultados fiables no se verán nunca antes del año.

En lo tocante al precio, lo más habitual, según relatan ambos doctores, es poder realizar un injerto capilar entre los 1.500 y los 5.000 euros, dependiendo de la cantidad de pelo y la zona en la que se quiera injertar.

"No me arrepiento de haberme injertado pelo"

Darío (nombre ficticio) tiene 48 años, pero desde los 30 estaba completamente rapado, ya que casi no tenía pelo. Finalmente, en agosto de 2023 decidió injertarse pelo: "Era algo que tenía pensado hacer y al final me animé", relata a este medio.

Cuenta como gran parte de su vida la pasó siendo "prácticamente calvo" y, "aunque no era algo que me causase mucha inseguridad", tenía ganas de volver a verse con pelo. Durante muchos años probó tratamientos y medicinas para revertir la caída pero, aunque funcionaban, "eran muy caros" y "tendría que tomarlos para toda la vida". Tras años dándole vueltas decidió someterse a la intervención quirúrgica y, siete meses después, no se arrepiente de haberlo hecho.

"Ya conocía a dos personas que habían viajado a Turquía para hacerlo, pero a mí me daba más confianza hacerlo en España", cuenta este coruñés. Actualmente, ya le ha crecido el pelo, aunque aún le quedan unos meses para ver los resultados reales. Por ahora sigue llevando el pelo rapado, muy rebajado: "Me gusta saber que tengo la posibilidad de dejarlo largo y jugar con mi estética, pero por ahora estoy bien así", dice Darío.

Reconoce que en alguna ocasión se ha sentido juzgado por haberse hecho la intervención, pero matiza que han sido muy pocas veces. "Hace unos años la gente quizás hacía más comentarios, pero ahora está más normalizado", defiende. "Supongo que también tiene que ver con que lo hagamos más los hombres, siempre se nos juzga más si hacemos cambios estéticos", sentencia.