Cada 3 de abril se celebra el Día Mundial del Arcoíris, un sorprendente (y muy fotografiado) fenómeno natural que ocurre cuando los rayos solares atraviesan las gotas de la lluvia en un ángulo de entre 40 y 42º. Como resultado, en el cielo aparece un arco luminoso de 7 colores, que dependen de la longitud de la onda electromagnética.

"Los colores del arcoíris son fruto de la descomposición de la luz a través de un prisma, en este caso, las gotas de lluvia", explican desde ElTiempo.es. En este sentido, los colores siempre se presentan de la misma manera, así como en el mismo orden debido a que "la refracción de la luz solar divide el haz de luz en distintas longitudes de onda".

Las longitudes de onda más cortas pertenecen a los colores azul y violeta, mientras que las más largas al color rojo. De esta forma, "en orden de superior a inferior aparecerá primero el rojo seguido del naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta", detalla el portal digital de información meteorológica en España.

Pero… ¿Cuándo aparece en el cielo el arcoíris? Como ya hemos explicado, este fenómeno óptico, conocido como fotometeoro, se produce cuando los rayos solares atraviesan las gotas de la lluvia, si bien se deben dar ciertas condiciones para que se pueda apreciar en todo su esplendor: "que el sol brille y se encuentre cerca del horizonte" y que haya "presencia de gotas de agua en el entorno atmosférico".

¿Qué es y cómo se forma un arcoíris de fuego?

Si ver un arcoíris es, en muchas ocasiones, complicado, avistar un arcoíris de fuego es todo un reto, ya que "no es causado por la refracción de la luz en las gotas de agua, sino a través de cristales de hielo que podemos encontrar en las nubes altas de tipo cirrus", apunta ElTiempo.es.

Además, para que se dé este inusual fenómeno meteorológico el Sol deberá estar a unos 58º de altura sobre el horizonte y que "de los 35 tipos posibles de cristales de hielo" sólo aparezca el de tipo hexagonal y aplanado, que deberá estar alineado horizontalmente.

En este sentido, el arcoíris de fuego limita su aparición en lugares por encima de los 55º de latitud, mientras que "en las latitudes extremas no podrá observarse, ya que el Sol nunca llegará a estar tan alto en el cielo".