¿Sabes cuál es el pueblo más antiguo de Ferrolterra? Es conocido por sus edificaciones indianas y por haber sido un importante lugar de paso de los romanos, que también dejaron huella con un sencillo puente que conectaba antiguamente con el municipio de Pontedeume. Hoy en Quincemil nos desplazamos hasta Ares, el pueblo más antiguo de Ferrolterra.
En la cultura castrexa encontramos los orígenes de Ares, donde se localizan hoy los vestigios de diversos castros, como el Castro Mourón y el Castro de Santa Mariña, además del Castro de Cervás y el Castro de Lubre, entre otros. Existe poca o ninguna documentación sobre ellos, si bien son un recursos muy importante, puesto que permiten imaginar cómo vivían en el periodo comprendido entre la Edad de Bronce y la época romana.
Esta pequeña localidad es un lugar perfecto para apreciar la huella de la Historia y es que por ella también pasaron los romanos, que construyeron el Puente de la Ciscada, que hoy en día sigue recibiendo a todo visitante en la entrada de Ares y, además, bautizaron la forma del Golfo Ártabro como ‘arco’, dada la forma que las rías que Ferrol, Betanzos, A Coruña y Ares conforman.
Construida por Fernández Pérez de Andrade, entre los años 1369 y 1377, la Casa de los Andrade cobró especial importancia en la Edad Media, "ya que recibían poderosas rentas dado el dominio de la misma sobre el territorio", apuntan desde el Concello de Ares. Esta construcción fue testigo de batallas, como el levantamiento de los irmandiños, y desde su torre se alcanzan a ver las rías de Ferrol, Ares y Betanzos.
En el siglo XVIII, los "fomentadores" catalanes introdujeron nuevos procedimientos para la conservación del pescado en Ares, pero, años más tarde, la crisis económica de los siglos XIX y primera mitad del XX obligó a muchos vecinos a cruzar el charco y comenzar una nueva vida en Cuba, cuyos descendientes regresarían de nuevo a Ares y de ahí las casas indianas que vemos en la zona.
También es lugar de leyendas y es que la tradición oral cuenta que entre los dos islotes de ‘As Mirandes’ vivía una sirena de gran belleza, que terminó contrayendo matrimonio con un importante hidalgo de la zona. Pero eso no es todo porque Ares también sirvió de refugio a una comunidad judía que se dedicó, en gran medida, al comercio de la sal. De hecho, en el municipio se conservan vestigios de una sinagoga en el dintel de una vivienda.
Ares en la actualidad
Ares es una localidad de alrededor de los 6.000 habitantes con numerosos atractivos, si bien destacan sus edificaciones indianas, de aquellas familias que se fueron a "hacer las Américas" ente finales del siglo XIX y principios del XX para buscar un mejor futuro al otro lado del Atlántico, como la de la Agrupación Instructiva de Caamouco, la de la Escuela de Alianza Aresana de Instrucción o la del Cementero Protestante.
Esta villa marinera es muy frecuentada por turistas que desean descansar y disfrutar la brisa del mar en algunos de los arenales de la zona, como la playa de Area Morta, otro de los lugares más llamativos del pueblo y es que "la construcción de sus casas a pie de mar hace que sorprenda hasta a sus propios habitantes", apuntan desde el Concello.
En esta zona también se ubica la playa de Seselle, desde donde contemplar toda la ría de Ares, y la playa de O Raso, perfecta para pasar el día en familia y dar un paseo, además de la playa de Chanteiro, una de las más paradisiacas de la zona. "Son muchos los que se decantan por ella, por el gran espectáculo que ofrecen sus olas y su entorno natural".
Ares está a 20 minutos en coche de Ferrol y la ruta más corta para llegar es por la AP-9, aunque también está la carretera AC-133. Desde A Coruña, el viaje es un poco largo, concretamente de 38 minutos por autopista, si bien aquellos conductores que no quieran pagar el peaje, podrán circular por la N-651 (57 minutos). Hay varias frecuencias de autobuses a lo largo del día, tanto desde A Coruña como desde Ferrol.