La Mariña lucense se extiende desde O Vicedo hasta la ría de Ribadeo, con una longitud aproximada de 114 kilómetros y espectaculares paisajes: desde playas de arena fina hasta otras más salvajes y poco transitadas. El verano está a punto de comenzar y esta zona de costa de Galicia podrás huir de las grandes aglomeraciones que pueden llegar a estropear tus días de descanso.
La oferta de arenales en la Mariña lucense es amplia con multitud de posibilidad y características para cada uno de los usuarios que visiten la zona. Son 70 arenales los registrados por la Mancomunidade de Concellos de la Mariña lucense y algunos de ellos gozan de una privilegiada ubicación alejados de los lugares más masificados durante los meses de verano.
Es el caso de la playa de Xuncos, en la parroquia de Nois y a tan solo unos minutos de Ribadeo, uno de los destinos más frecuentados de la Mariña lucense. Se trata de un pequeño arenal de unos 100 metros de longitud y poco concurrido, alejado del bullicio de otros populares arenales, como la playa de Os Castros y la praia de As Catedrais, los cuales también merecen la pena visitarlos.
La playa de Xuncos es un lugar tranquilo para pasar un día de verano, si bien es importante atender a la previsión de las mareas, ya que con marea alta el arenal desaparece casi por completo. También es un sitio perfecto para tomar unas fotos con los acantilados de fondo y pasear a la orilla del mar.
Este espacio cuenta con una pequeña zona de aparcamiento y para llegar desde el municipio de Ribadeo hay que tomar la N-634 durante un trayecto de 8,3 kilómetros, mientras que desde Foz el viaje es un poco más largo, de 21 minutos en coche. También es posible hacer el trayecto en transporte público.
Otros arenales poco concurridos
La playa de Polas, también conocida como Área da Fame, es otra pequeña playa poco concurrida en la que disfrutar del sol y la brisa marina. Tiene una longitud aproximada de 265 metros y suele estar frecuentada por los vecinos de la zona. También está la playa de Sarrido, cuyo acceso se realiza exclusivamente a pie y por un camino abrupto.