Para combatir el calor no hay nada mejor que un refrescante chapuzón y en Galicia podemos presumir de contar con más de 1.400 kilómetros de costa. Hay playas para todos los gustos y públicos: desde arenales paradisiacos con arena blanca y aguas cristalinas hasta otros más salvajes e ideales para practicar deportes acuáticos, como surf o windsurf.
Otra opción para huir del calor son las playas fluviales (también conocidas como piscinas naturales) y cerca de Santiago de Compostela hay algunas que merecen la pena (y mucho). Estos espacios son ideales para familias con niños que quieran disfrutar al máximo una tarde de verano o para usuarios que terminen de trabajar y deseen darse un baño rápido para después volver a casa.
La playa fluvial de Chaián y la playa fluvial de Pozo do Boi son algunos ejemplos, pero hoy en Quincemil nos desplazamos hasta la localidad de Ames (A Coruña) para hablar de una espectacular piscina natural a la que desearás ir este verano: la playa fluvial de Tapia.
Está a 15 kilómetros del centro de la capital gallega y tiene unas instalaciones muy completas, con un chiringuito y un puesto de socorrismo en caso de emergencia. En esta área recreativa los más pequeños de la casa podrán darse un chapuzón en una piscina para menores de 10 años y pasar un buen rato en la zona de juegos o en la ludoteca-biblioteca.
La playa fluvial de Tapia dispone de un área de aparcamiento y para llegar en coche hay que tomar la carretera hacia Noia (C-543) y a la altura de Villestro, hay una rotonda en la que hay que desviarse a mano derecha por el desvío que indica hacia Negreira. "Después de Ventosa y Aguapesada, un desvío la izquierda indica ‘Playa Fluvial de Tapia’", explica Turismo de Santiago.
Cerca de la capital gallega hay otros entornos naturales similares, como la playa fluvial de Pozo do Boi. Mas conocida como playa de Vilatuxe, dispone de dos áreas de ocio a cada orilla del río, conectadas por un antiguo puente. También está la playa fluvial de Chaián, perfecta para dar un paseo, y la playa de Ribadiso, que cuenta con diversas zonas de esparcimiento: merendero, barbacoas, parque infantil...
Por otra parte, la playa fluvial de A Tarroeira está situada en las márgenes del río Tambre y está dotada de merenderos, zonas de baño y un parque infantil, mientras que la playa fluvial de O Refuxio se sitúa en una isla de río y dispone de mucha sombra para las horas centrales del día.