Iria y Nacho se conocieron en las fiestas del Carmen de Arzúa en 2011 y trece años después convirtieron un hotel de este encantador pueblo del Camino de Santiago en una feria con todo tipo de atracciones.
Novios desde los 18 años, Nacho se decidió a dar el paso en una escapada a Portugal. Justo en medio del río Douro se atrevió arrodillarse y pedir matrimonio a Iria, que dijo sí en un momento "mágico".
El lugar para casarse era obvio: Arzúa. Nacho es de allí y la familia de Iria también, y además la familia de Nacho es propietaria de uno de los hoteles de referencia de la zona, el 1930 Boutique Hotel, que transformaron para la ocasión.
La madre de Nacho y ahora suegra de Iria se encargó de la decoración y las flores, dado que se dedica a ello profesionalmente con La Tienda de Marta, y entre todos convirtieron este lujoso hotel en una feria con noria incluida.
Una pareja con vida en A Coruña y corazón en Arzúa
Iria es una cara conocida de la ciudad de A Coruña por ser la propietaria de una de las farmacias más concurridas la que la esquina de San Andrés con Juana de Vega. Por eso decidió regalar como detalle a las mujeres de la boda una crema de manos y un labial de la farmacia.
El hotel tuvo que adaptarse a los 238 invitados del convite, ya que no tenía una estructura para cenar tanta gente, así que alquilaron una estructura de tipis a la empresa Tipichic.
Lo más complicado, según cuentan los novios, fue ambientar la fiesta en una feria. La madre del novio hizo tómbolas, se alquiló un toro mecánico, una noria y máquinas de algodón de azúcar.
La boda tuvo otros detalles curiosos y pocas veces vistos como que los novios fueron acompañados en la caminata desde la iglesia al hotel por la Real Banda de Gaitas de Ferrol, que hubo un torcedor de puros en la fiesta que causó sensación, o que durante todo el cóctel y parte de la cena hubo una actuación de un cantante, Lexter.
Iria, que llevó un vestido de Redonde Brand Atelier y Nacho, que vestía un traje de Juan Rig, coinciden en que "fue un día mágico". Como toda feria, hubo fuegos artificiales que coincidieron con el baile de los novios. Aunque se casaron a principios de julio, Iria y Nacho no celebrarán la luna de miel hasta dentro de un tiempo, cuando combinen Japón y Maldivas en su viaje de novios.