La presencia de una multinacional del tamaño de Inditex en A Coruña hace que surjan historias de amor poco habituales en Galicia, y que se celebren de una forma más especial todavía. Es el caso de Cristina y Antonio, portuguesa e italiano respectivamente, que se conocieron en el departamento de diseño de la sede de Inditex en Arteixo y han cruzado el Golfo Ártabro para casarse en Ares, en el exclusivo recinto de eventos La Casa de Tía Julita.
Este lugar para eventos situado en Ares está regentado por un matrimonio, Belén y Alfredo, al que le gustan los retos. Cuando hablaron con los novios, tomaron buena nota de sus ideas para crear un evento especial, con las verduras presentes en todas partes. “Nunca copiamos. Sí nos inspiramos en la idea que nos plantean los novios” comenta Belén Martínez. "Igual que cada pareja es diferente, cada diseño de boda lo es. Tiene que ser un reflejo de los dos, que se sientan identificados".
La única premisa era que las verduras estuviesen presentes, y por ello Belén y Alfredo decidieron combinar las flores clásicas de la boda con todo tipo de verduras, tanto en la decoración como en los centros de mesa: Puerros, coliflores, tomates, brócoli, manzanas… combinados a la perfección con coloridas flores. "No hay nada que supere los colores que nos da la naturaleza", dice divertida Belén.
El novio también llevó ramo... de brócoli
Otro detalle curioso de la boda es que no solamente llevó ramo la novia, sino que el futuro marido también se atrevió a portarlo, combinando también verduras y flores. El ramo de Antonio tenía de base el brócoli.
La ceremonia fue muy minimalista y con toques italianos y portugueses, con una colcha tejida a mano y mal colocada a propósito colgaba de una de las ramas de los nogales del jardín de La casa de la tía Julita.
Fotos en las playas de Ares
Es habitual que los novios se hagan fotos en los jardines, pero esta pareja de diseñadores decidió lanzarse a la playa y hacerse las fotos de recién casados en los arenales de Ares. Para completar el carácter internacional de la boda, el fotógrafo fue el americano afincado en A Coruña Angelo V. Ramos, que inmortalizó los momentos espontáneos de amor de la feliz pareja.